miércoles, 27 de septiembre de 2017

Comercio Porto Cristo. Certamen de pintura infantil



Una bonita y gran iniciativa del comercio local de la Calle Porto Cristo en Parque Lisboa, el comercio de Porto Cristo El Paseo, montó un certamen de pintura infantil con el tema de Castillos de Valderas, aquí tienen las obras realizadas por los niños y niñas expuestas en las portadas de los comercios que participan en el acontecimiento. 

Dos grupos de edad, pequeños de 4 hasta 7 y mayores de 8 a 12. Este viernes 29 entrega de premios en la plaza de enfrente y fiesta con los artistas participantes.





















viernes, 22 de septiembre de 2017

Todas las Constituciones se defienden. Italia

Lo tomo de Felix Ovejero que a su vez lo toma de Manuel Moriarti

LG: Hablando de italianos, lo prometido es deuda y me comprometí a facilitar un resumen de los pasajes más significativos de la Sentencia del TC italiano sobre la pretensión soberanista del Véneto. Ahí va:

Sentencia. 118/ 2015 de la Corte Costituzionale de la República Italiana, con motivo de las leyes de la Región del Véneto, de 19 junio de 2014, del referéndum consultivo sobre la independencia del Véneto

“…Se pretendía formular la pregunta « ¿Quiere que el Véneto sea una República independiente y soberana? Sí o no?”»
…un referéndum tal se prestaría a ser utilizado indebidamente como medio de presión sobre la actividad legislativa del Parlamento, influyendo negativamente en la acción constitucional y política del Estado …sobre todo cuando se intenta que tal consulta constituya una manifestación de voluntad popular, anterior a la formación de la opciones del legislador, …
… Significaría .atribuir a los ciudadanos vénetos una legitimación para expresarse en una materia no permitida a todos los ciudadanos italianos, poniendo en peligro la unidad y la indivisibilidad de la República, en particular por la previsibilidad de movimientos que, en lugar de alimentar la solidaridad social , suscitarían tendencias centrifugas o pretensiones egoístas en la política económica.
… el referéndum consultivo no tiene tanto que ver con la libertad de expresión de los ciudadanos, como con las potestades del ente regional para formalizar una propuesta predefinida en función de un enfrentamiento de la Región con el Gobierno del Estado que altera los equilibrios previstos por el Constituyente: la vis peculiar del referéndum residiría precisamente en su formalización, que permite aglutinar el descontento de los electores regionales y, en particular, canalizarlo como instrumento de condicionamiento frente a los representantes que los mismos ciudadanos han elegido al Parlamento.
… En caso de procederse a una reforma constitucional el voto popular podría expresarse sólo a posteriori, en la forma del referéndum previsto en la Constitución, entre otras cosas porque el referéndum preventivo, aun no siendo vinculante, podría tener una notable influencia come instrumento de presión sobre los órganos políticos y se expone más al riesgo de una elección no racional por cuanto estaría ligada a situaciones contingentes.
…Implica una gravísima lesión del principio constitucional de unidad de la República que para nada excluye la autonomía, mientras la soberanía es un valor fundacional de la República unitaria que ninguna reforma puede cambiar sin destruir la identidad misma de Italia.
…La soberanía corresponde al conjunto del pueblo italiano, y esta soberanía estatal no resulta cuestionada ni por la integración supranacional ni por la afirmación del regionalismo. De la unidad e indivisibilidad de la República deriva la atribución exclusiva a sus órganos de la facultad de representar en sede internacional los derechos y los intereses de todos los ciudadanos.
…Es jurídicamente erróneo equiparar el referéndum consultivo a un espontaneo ejercicio cualquiera de la libertad de manifestación del pensamiento por parte de grupos de ciudadanos coordinados entre sí.
Los referéndums populares, nacionales o regionales, incluso los de naturaleza consultiva, son institutos tipificados y deben desarrollarse en las formas y dentro de los límites previstos por la Constitución o establecidos en base a la misma.
...El referéndum consultivo previsto no solo afecta a cuestiones fundamentales de nivel constitucional, y come tales vetadas a los referéndums regionales, sino que sugiere subversiones institucionales radicalmente incompatibles con los principios fundamentales de la República
…La unidad de la República es uno de aquellos elementos tan esenciales del ordenamiento constitucional que se sustraen incluso al poder de revisión constitucional. Sin lugar a dudas, el ordenamiento republicano se funda asimismo en principios que incluyen el pluralismo social e institucional y la autonomía territoriales, así como su apertura a la integración supranacional y al ordenamiento internacional; pero dichos principios deben desarrollarse en el marco de la única República: la República, una e indivisible, que reconoce y promueve las autonomías locales Pluralismo y autonomía no permiten a las Regiones calificarse en términos de soberanía, ni permiten que sus órganos de gobierno se asimilen a aquellos que están dotados de representación nacional. Con más razón los mismos principios no pueden ser llevados al extremo de fragmentar el ordenamiento ni pueden ser invocados para justificar iniciativas dirigidas a interpelar a los electores, ni que sea a título meramente consultivo, sobre perspectivas de secesión cuyo objeto sea instituir un nuevo sujeto soberano. Una iniciativa refrendaria que, como la que examinamos, contradiga la unidad de la República nunca podría traducirse en un legítimo ejercicio del poder por parte de las instituciones regionales y por tal motivo se sitúa extra ordinem.

Por estos motivos

LA CORTE COSTITUZIONALE
... declara la ilegitimidad constitucional de la ley de la Región del Véneto, de 19 junio de 2014, del referéndum consultivo sobre la independencia del Véneto…
… 29 abril 2015

miércoles, 20 de septiembre de 2017

martes, 19 de septiembre de 2017

Como se fabrican las identidades

Antonio Muñoz Molina narra en ‘Todo lo que era sólido’, Seix Barral, 2013, la experiencia directa de su detención y encierro en la D.G.S. en 1974, motivada por las luchas en contra de la ejecución del anarquista catalán Puig Antich, en los estertores del franquismo. Aquellas movilizaciones de Granada, Madrid y toda España han desaparecido en el imaginario catalán desde hace años. 

Cuenta la extraña sensación que le produjo ver la película que se hizo sobre ello en el 2006, -Continuan circulando CD's- un ejemplo de la manipulación a la que someten los hechos los nacionalistas, resulta útil para pensar como se hizo en el pasado más allá de nuestra memoria con algunos hechos históricos, y esclarecedor de cómo se fabrican las identidades nacionales.

‘Las únicas protestas que aparecían pasaban en Cataluña. Las víctimas, los buenos, eran catalanes y hablaban en catalán. Los policías, los militares, los ejecutores, hablaban en español. No era una historia de fascismo y antifascismo, sino de españoles contra catalanes. O más exactamente: ser español y ser fascista era tan congénito como ser catalán y estar limpio de complicidad con la dictadura. Nadie que no fuera ostensiblemente catalán mostraba la menor humanidad…

Los manifestantes que gritábamos y corríamos en Madrid perseguidos por los caballos y vigilados por los helicópteros de la policía no habíamos existido…Los carceleros, los policías que interrogaban y torturaban a Puig Antich, tenían en la película un acento andaluz de caricatura.’…

‘Primero se hizo compatible ser de izquierdas y ser nacionalista. Después se hizo obligatorio. A continuación declararse no nacionalista se convirtió en la prueba de que uno era de derechas. Y en el gradual abaratamiento y envilecimiento de las palabras bastó sugerir educadamente alguna objeción al nacionalismo ya hegemónico para que a uno lo llamaran facha o fascista.’

domingo, 17 de septiembre de 2017

Cuando el antisistema es también sistema

El soberanismo ocupa la calle y escenifica la rebelión, pero lo hace además con la connivencia del sistema y los recursos burocráticos

Una paradoja de la crisis separatista consiste en que las posiciones de orden, respeto constitucional y pudor democrático se han convertido en un movimiento antisistema, pero desprovisto de la liturgia y las expresiones que caracterizan toda subversión.

El soberanismo ocupa la calle y escenifica la rebelión, pero lo hace además con la connivencia del sistema y los recursos burocráticos. Se explica así el desamparo del “unionismo” y de su aparente catalepsia. El independentismo ocupa todo el espacio y se prolonga con todos los métodos: la revuelta y los medios represivos, la insumisión y los privilegios institucionales. A diferencia de la pasividad constitucionalista, la hiperactividad del soberanismo, su músculo popular, provienen no ya de un relato, sino de una trama religioso-emocional que trasciende la dinámica de partidos y que se induce desde el poder mismo, subordinando cualquier atisbo de discrepancia y relativizando el esfuerzo ajeno de asomar la cabeza en el hábitat hostil: se moviliza uno para cambiar las cosas, no para proclamar la fervorosa adhesión a la cotidianidad.

De hecho, el soberanismo es un movimiento estructurado, provisto de todos los detalles organizativos, de propaganda mediática, de aparato, de solidaridad sentimental y del valor de cohesión ufano y perverso a la vez que conlleva emprender un proyecto sublime: una patria nueva, un sueño territorial, el hallazgo de una tierra prometida y virginal.

El catalán unionista apenas puede oponer a semejantes ilusiones las virtudes y miserias de la vida convencional. La vieja España. La nueva Europa. No tiene un himno convincente ni un victimismo aglutinador el abstracto mundo de los catalanes “pasivos”, pero tampoco pueden excederse en su manera de pensar o de comportarse. Los no independentistas encuentran cercenado y hasta represaliado el espacio de exposición de sus humores y posiciones. Predomina la coacción o la intimidación del pensamiento contrario.

Y la evidencia de una sociedad fracturada, no solo en el Parlamento, sino en las familias, establece la dialéctica de una posición dominante, un aparato, un sistema, el independentismo, y una posición subordinada, “la otra”, más aún cuando la pretensión de abanderar una posición de identidad enriquecida, muy catalanes y españoles a la vez, se resiente del desprestigio de los líderes que se ocupan de reivindicarla. Cuesta trabajo colocarse detrás de Rajoy para enfatizar el entusiasmo a la unidad territorial. En realidad, el unionismo no está organizado porque no puede estarlo. Es un movimiento laico, para entendernos, una cuestión individual. Y no es siquiera un sentimiento. El mayor riesgo al que se enfrentaría la hipotética convocatoria de una gran manifestación contra la independencia consistiría en la precariedad de las cifras. Y no es precisamente una minoría el constitucionalismo (parece un exabrupto). Lo que nos dicen las últimas elecciones perfila que el 52% de la población catalana optó por opciones no soberanistas. Y votar, que sepamos, es la mejor manera de salir a la calle, la más civilizada, la más elocuente.

jueves, 14 de septiembre de 2017

No comparemos Cataluña con Escocia sino con el Brexit

‘El Brexit espanyol’. J. I. Torreblanca.El País 14 sept 2017

A estas alturas todo nos debería ser inmensamente familiar. Primero, hagámonos con un lote de políticos irresponsables y oportunistas. Allí un David Cameron y un partido conservador dividido que usa la UE para eliminar al adversario. Aquí la élite política corrupta de Convergència que se arroja en brazos de una causa liderada por radicales para reconquistar el favor perdido de la ciudadanía.

Luego pervirtamos el lenguaje. Allí Bruselas nos ahoga, aquí Espanya nos roba. Allí rescatar la soberanía del Parlamento, aquí el Parlament no está sujeto a la ley, solo a sí mismo. Allí vamos a recuperar el control, aquí vamos a autoconcedernos el derecho de autodeterminación. Allí fuera de la UE seremos más fuertes, aquí fuera de Espanya seremos ricos y felices.

Continuemos con unas mentiras sobre el día después. Para ello contemos con el apoyo, allí, de una prensa sensacionalista que desprecia los hechos, aquí con unos medios públicos controlados desde la Generalitat. Resultado: hagamos creer, allí, la fábula de que Reino Unido seguirá siendo parte del mercado interior, pero no estará sujeto a las normas de Bruselas y aquí que Cataluña seguirá siendo miembro de la UE después de una ruptura unilateral. Mentira de allí: que nadie se preocupe, los ciudadanos europeos seguirán igual después de la salida. Mentira de aquí: nadie perderá la nacionalidad ni sus derechos.

Ahora expulsemos a los expertos del debate. Así no tendremos que escuchar a los que dicen, allí, que la desconexión de Reino Unido no se puede hacer en dos años sin incurrir en costes enormes o, aquí, que una salida no pactada de Cataluña tendrá enormes costes económicos.

A continuación, sustituyamos a los ciudadanos por la gente y sacralicemos la democracia directa y plebiscitaria. Contrapongamos una votación irreversible y sin requisitos mínimos de participación frente a la libertad de hacer y deshacer que conceden las elecciones periódicas. Resultado: partámonos en dos.
…/…

lunes, 11 de septiembre de 2017

Cataluña: Manifiesto de la plataforma Ahora. OK

MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA AHORA

Los promotores de esta Plataforma y los abajo firmantes constatan la necesidad de defender una alternativa política nacional, progresista, laica y regeneradora, ubicada en el centro izquierda, socialdemócrata y europeísta y que defienda la igualdad y los derechos de ciudadanía, todo ello con el objetivo de ayudar a resolver los principales problemas que tienen los españoles.

Una alternativa política socialmente comprometida que defienda la unidad de España, más bienestar para todos y la igualdad de los ciudadanos independientemente de su lugar de residencia, lengua, creencias religiosas, ideas políticas, orientación sexual o lugar de nacimiento.

Reclamamos la ley común como elemento definitorio de la comunidad política. Abrazamos el republicanismo cívico, el liberalismo político y el ideal de ciudadanía desde la firme convicción de que no hay nada más emancipador, más progresista y más igualitario.

Reivindicamos una política que defienda los mismos principios e ideas en todo el territorio nacional y que atienda prioritariamente los intereses de los ciudadanos y el bien común frente a las pulsiones localistas, regionalistas y nacionalistas que abogan por la disgregación, el fetiche de la diferencia a ultranza y las identidades colectivas; una política que anteponga la igualdad a la identidad. Es imposible promover el fortalecimiento del Estado de Bienestar y la lucha contra las desigualdades sociales si se disuelve o se fragmenta el Estado.

La igualdad, el Estado de Derecho y la España constitucional están amenazados por los nacionalismos que pretenden seguir obteniendo ventajas políticas y privilegios económicos a costa de la mayoría de los españoles. El gran problema no es tanto el nacionalismo de los nacionalistas como el de quienes, sin supuestamente serlo, se comportan como si lo fueran y, desde luego, que quienes ciertamente no lo son hayan renunciado a plantar cara a quienes quieren abundar en la idea de que España es una suma de parcelas con intereses contrapuestos en lugar de un país de ciudadanos libres e iguales en derechos y obligaciones.

Reivindicamos una España plural de ciudadanos libres e iguales y un país más justo e igualitario, diverso pero unido, sin privilegios ni asimetrías territoriales: no queremos un Estado uniforme ni mucho menos uniformado pero sí desde luego unitario. Creemos en el derecho a decidir, pero en el de todos los ciudadanos con voz y voto sobre nuestra sociedad común; en cambio, no concedemos a nadie el derecho a decidir quién debe decidir y quién no respecto a lo que nos concierne a todos. Defendemos la igualdad frente a los nacionalismos internos que pretenden fraccionar España y los nacionalismos de Estado que impiden la construcción europea; nos oponemos a los populismos que impugnan nuestro sistema de convivencia democrática desde posiciones antipolíticas; abogamos por mejorar la democracia, luchar contra las corrupciones y superar el sectarismo y la partitocracia; nos oponemos al terrorismo y defendemos a sus víctimas; y reivindicamos las políticas sociales y la socialdemocracia frente a las políticas de austeridad extrema y los recortes sociales.

Prioritariamente, defendemos:

1. Reformar la CE, incluyendo la racionalización del Estado Autonómico, el cierre del modelo competencial y la eliminación de las duplicidades, todo ello para lograr más igualdad y más bienestar para todos.

2. Mejorar la calidad de nuestra democracia, luchar contra la corrupción y la mala gestión, superar el sectarismo político y democratizar internamente los partidos.

3. Despolitizar la Justicia, de modo que sea independiente del Poder Político, la ley sea igual para todos y todos seamos iguales ante la ley.

4. Reformar las leyes electorales para garantizar la igualdad del voto, las listas abiertas, la limitación de mandatos y las primarias en los partidos políticos.

5. Defender la libertad lingüística y el derecho a la escolarización en lengua común.

6. Avanzar en la consecución de un Estado verdaderamente laico, tanto desde un punto de vista religioso como desde un punto de vista identitario.

7. Fortalecer el Estado del Bienestar, luchar contra el desempleo, la precariedad y las desigualdades sociales, proteger a los más desfavorecidos, garantizar una fiscalidad justa y progresiva y acabar con el fraude fiscal.

8. Favorecer la integración, política, económica y fiscal de la Unión Europea.

Reivindicamos una alternativa política integradora, constructiva y dialogante, comprometida con las personas y que respete a los adversarios y las instituciones democráticas. Una alternativa politica abierta al conjunto de la sociedad, que se sitúa del lado del progreso, de los derechos ciudadanos y de la igualdad.


PD si quieres firmarlo entra en su web http://www.ahoraplataforma.es/manifiesto/

martes, 5 de septiembre de 2017

Los Independentistas catalanes anuncian el golpe

En diciembre de 2013 publiqué 'Catalunya. Camino a la secesión', son cerca de 200 páginas que presenté con la introducción que sigue a continuación:

Catalunya, un nuevo estado se ha puesto en marcha con fecha marcada para dar un golpe sobre la mesa en 2014. Esta es una opinión de quien prefiere seguir compartiendo el viaje por entenderlo más beneficioso para los pueblos de ambos territorios. A nadie se le puede obligar a amar, por lo que las salidas a este problema nunca podrán ser impuestas, el deseo de vivir juntos no es posible soportarlo en la fuerza. Acciones violentas no resolverán el problema, lo agravará en ambos lados, porque muy pocos querrán convivir con individuos brutales. Dicho lo cual, permanecer callado es una mala postura, no son buenos los vacíos en política, porque otros los rellenarán. Quien escribe pretende influir, decía un antiguo colega, si alguien presenta un papel además de sacar lo que lleva dentro, lo hace para que otros puedan compartir, para iterar, para interpelar, a segmentos de población para quien habla, nunca a todos. Nadie debería permanecer callado, ni aceptar los límites marcados por algunos, de irse o quedarse.

A los independentistas tradicionales parece inútil intentar modificar sus convicciones, pero ellos no están solos en este conflicto, el movimiento por la independencia lo conforman un tercio de soberanistas tradicionales, y una mayoría de sobrevenidos recientemente, mitad catalanistas, antes unionistas, y mitad de indignados a consecuencia de la crisis. En el aumento del movimiento y su transversalidad, influye no solo la cuestión de historia y lengua, los factores económicos han sido puestos en primer plano, el magma en el que estamos inmersos, la crisis económica, política e institucional, que golpea brutalmente las condiciones económicas, laborales y de equidad social, todo ello en el marco global de los mercados y los emergentes influye en nuestras vidas y en las relaciones políticas y económicas. Al otro lado del soberanismo, no están solamente los españolistas, millones de españoles carecen de información suficiente sobre unas u otras razones y otros muchos muestran simpatías por los nacionalismos periféricos por diversas causas, entre las cuales no es desdeñable su antiderechismo españolista. Este trabajo no acepta como buenas las razones esgrimidas para la ruptura, cuyos argumentos, en ocasiones neoliberales y xenófobos, se expanden sin oposición siendo asimilados por decenas de miles de personas, inicialmente no independentistas.

La cuestión nacional no es una invención, tampoco está generada por fuerzas españolistas, tiene raíces emocionales que alimentan los nacionalismos respectivos, la cuestión es su dimensión y las posibles alternativas planteadas en cada momento para encajar la convivencia de la diversidad, porque habrá que aceptar que la vida en España siempre tuvo altos componentes de pluralidad y mestizaje. Se encontraron respuestas en los últimos 35 años, tras el franquismo, durante la Transición, las izquierdas junto a los diferentes nacionalismos y la derecha, que en aquellos momentos superaba a la derechona, encontraron salidas pactadas al encaje de los diversos intereses, de clase, políticos y de identidad nacional, que permitieron configurar un espacio común, aceptado mayoritariamente en Catalunya y en el resto de España, puesto en cuestión solo por minorías, hasta hace poco tiempo, no otra cosa indican las preferencias electorales mostradas que apostaban por el sistema político autonómico encajado en la Constitución y los Estatutos. A pesar de que siempre fue considerado por el catalanismo como un marco de negociación bilateral Cataluña-España, lo cual se acercaba al espíritu Confederal, más que al Federal que se adoptó, cuyo marco bilateral debería haberse facilitado entre el conjunto de CCAA, -con el Senado y otros instrumentos federales no desarrollados-.

La situación permaneció estabilizada, con lógicas disputas de intereses que siempre existirán, pero mantenidas en el marco común que hoy parece inaceptable. En todo caso, los datos estadísticos mostraban gran apoyo global de los catalanes a partidos no independentistas cuyas políticas y estrategia, defendían el estatus de Catalunya dentro de España, en el marco aceptado mayoritariamente por el conjunto de los españoles, manifestados en múltiples votaciones en las que se ejerció el derecho a decidir de los catalanes. Incluso hasta hace pocos meses, en la 3ª onada de 2012 las encuestas del CEO, de la Generalitat reflejaban cifras minoritarias de ciudadanos cuya máxima preocupación fuera la independencia, apareciendo economía y precariedad laboral en primeros lugares, al igual que en el resto de España. Los equilibrios se rompieron con las crisis, y tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, al tomar una superior dimensión las fuerzas soberanistas.

Parece que de poco sirve ahora discutir sobre la bondad del Estatuto, -de hecho existe y pocos lo consideran-, quedó arrinconado por los acontecimientos, el rechazo a algunos de sus artículos después de ser aprobado parlamentaria y popularmente, es un ejemplo de leyes que no están bien diseñadas, o se hace antes, o después de aprobado en referéndum es una mala idea. Aquello fue el aldabonazo de una nueva realidad imparable, que se alimenta con fuerzas ante cada embestida de la caverna nacionalista, de allí y aquí, -las dos son peores-. Amenazas, llamamientos al orden, campañas de desprestigio, mentiras, manipulaciones, etc. no son factores que alimenten el cariño y animen a  vivir juntos, todo lo contrario, los golpes sobre la mesa y el odio, crispan y aumentan el poder de los extremistas, mientras, muchos parecen olvidar que la mejor solución al problema solo será posible si fuera aceptada por amplias mayorías para lo cual debe contener principios e intereses de todos.

Los nacionalismos tenían un frente de oposición en las corrientes de izquierdas y progresistas, ahora con poca voz, militancia y simpatizantes abandonan posturas e ideas siendo arrastradas por el tsunami del populismo catalanista. En dicho proceso derrotista influye poderosamente la crisis política, económica, la globalización, los mercados financieros y el empuje de los países emergentes, lo cual genera enormes contradicciones que han roto los equilibrios existentes en el mundo occidental.  También influye que miles de izquierdistas quisieran separarse del nacionalismo español asfixiante y excluyente, que identifica como español solo valores franquistas y nacional católicos, en ello influye que se hayan apropiado de la historia de España, sin que las izquierdas posteriores a la República lograran construir un relato histórico susceptible de ser abrazado masivamente, hemos aceptado vivir expulsados de la historia, lo cual consigue separar a millones de ciudadanos del sentimiento colectivo de pueblo español, muchos de los cuales se suman a las corrientes nacionalistas periféricas considerándolas erróneamente más democráticas, cuando en todo caso, los dos son peores. Añadan el destrozo carca e ideologizante de salida de la crisis, y tendremos un panorama que abona la separación.

La secesión no la frenará la violencia, ni órganos judiciales, es un problema político y como tal, solo encontrará salida por la política, sin olvidar que las leyes forman parte de la política aunque nunca podrán sustituirla, la democracia también son las formas y las leyes son parte de ellas. El cariño, los sentimientos de pertenencia al colectivo, no pueden ser obligados, pero tampoco abandonados al vacío que siempre ocuparían otras emociones, tan erróneo es creer que se pueda forzar a amar como que exista neutralidad sentimental sin actuar, porque la animadversión se inocula por intereses políticos. El silencio en política es un grave error y este Gobierno de España, con su Presidente Rajoy está mudo respecto a casi todo, orillando su enorme responsabilidad en esta cuestión, como poco para desmentir, para facilitar datos, mientras tanto un estado nuevo se puso en marcha, con gran manipulación de cifras y argumentos suma cada día amantes que no encuentran otras razones para abrazar el futuro con ilusión. Al tiempo que extienden una enorme carga de odio entre catalanes –Somos una colonia de España, los españoles nos roban, nos explotan- , y se amplía el número de descerebrados españoles.

Una de las regiones más ricas de España, de Europa y del mundo, dice que son una colonia, con altísimos estándares de vida y libertades, cuyas riquezas son propiedad de catalanes, los líderes políticos, ejecutivos, dirigentes, mandos intermedios del aparato productivo, mediático, cultural, deportivo, social… son catalanes, no hay nadie de la metrópoli dirigiendo aquella sociedad. Sus casas tienen mejores condiciones de edificación, comodidad, entorno, mercancías y servicios, teléfono, televisión, calor, agua, tamaño…, sus barrios asfaltados, luces, parques, espacios comunes… la sanidad, medida en camas, médicos, enfermeros, hospitales… la educación medida en cantidad y calidad de estudiantes infantiles, medios y superior, en titulación media y universitaria, en calidad científica, … la disponibilidad de bienes de consumo, coches, lavadoras, teles, teléfonos, conexión a internet, y un larguísimo etc. de comparaciones los sitúan a mucha distancia por arriba de casi todas las regiones españolas.

‘Pero en Catalunya hay pobres’. Es cierto, y en Extremadura y Andalucía…pero ellos no acusan al pueblo catalán de su situación, como sucede a la inversa. Hay pobres en todas partes, pero el movimiento por la independencia en Catalunya dice, escribe, sostiene, no una ni dos ni tres veces… que los españoles les roban. Es terrible que los niños catalanes tengan esa visión, terrorífico que enseñen desde el sistema educativo a odiar y sentir que los españoles del barrio de Pescadería en Almería les roban, que los obreros del metal malagueños y los trabajadores de hostelería de la Costa del Sol, se aprovechan de ellos, que los parados gaditanos y jornaleros onubenses y granadinos viven a su costa, que los trabajadores de la Arrixaca de Murcia se llevan su dinero, que los peques de Moratalaz y Vallecas tienen sus barrios urbanizados y comunicados a costa de los niños catalanes, en fin que los ciudadanos de León, Zamora, Salamanca, Ávila, Cáceres, Badajoz o Huelva tienen mejores condiciones de vida que en Cataluña, lo cual es una enorme mentira según reflejan todas las estadísticas disponibles…Lo afirman, no una, ni tres, sino miles de veces. Sí, hay pobres en Cataluña, pero ellos no dirigen el movimiento, no fijan los objetivos, no escriben su propaganda, no son los difusores de la xenofobia.

El movimiento independentista es transversalmente ideológico, también por edad, sexo, clase, procedencia regional, religión… aunque liderado e impulsado por élites intelectuales y culturales de la burguesía catalana tradicional. Las dudas surgen alrededor del peso y liderazgo del capitalismo catalán y hasta donde empujarán, sin que pueda afirmarse que las grandes corporaciones sean partidarias del proceso secesionista, aunque ven con buenos ojos que pudieran reducir sus impuestos al tiempo que el Estado aumente las inversiones en Catalunya, lo cual redundaría en aumentos de sus beneficios, siempre que no pongan en peligro la pertenencia al mercado único español, puerta de entrada al europeo. Esa puede ser la meta que logren a corto plazo, pero no duden que cualquier salida dejará rescoldos difíciles de apagar en muchos años. Minimizar los daños, solo será posible con mucha claridad.

Manuel Herranz Montero. Diciembre 2013