lunes, 14 de diciembre de 2015

Cataluña Secesión. Relaciones con el mundo

Relaciones con Europa y con el mundo en caso de independencia

Una primera mirada basada en datos nos servirá para ver de dónde venimos y donde estábamos al comienzo del siglo. En el cuadro de Convergencia de las CCAA con la UE, 1980-2001, se muestra para los años 1980 y 2001, período democrático anterior a la crisis actual, el nivel relativo de riqueza PIB per cápita de las CCAA en relación con la Unión Europea, reducida, antes de la ampliación a 27 –hoy 28-. La comparación pues será con UE-12 en 1980 y UE-15 en el año 2000, estableciendo la media de la UE en 100. En el año 1980 ninguna Comunidad española de las 17 llegaba en PIB per cápita a la media europea, lo que sí hacen en el 2001 cinco de ellas entre las cuales está Cataluña y otras cinco más crecen y se aproximan a los valores que tenían las avanzadas de 1980. Quedan rezagadas en la cola, Extremadura y Andalucía, seguidas de Castilla-La Mancha y Galicia. Entre medias en la zona fría algo más templadas, Canarias, Castilla, Asturias y Murcia.

‘Lecciones de economía española’ VVAA. Directores, José L. García Delgado y Rafael Myro. Thomson, Civitas. 7ª ed. 2005


 La mayor operación de solidaridad de la historia. Crónica de la política regional de la UE en España. José Luis Gonzalez Vallvé Miguel Ángel Benedicto Solsona. Comunidades Europeas, 2006.


La UE no puede despojar a los ciudadanos de sus derechos de forma unilateral. Por lo tanto, Cataluña y España seguirán siendo miembros de pleno derecho de la UE. 
Asamblea Nacional Catalana. Razón núm. 14 

Lo dijo Blas, punto redondo, los independentistas determinan y deciden, no les cabe pensar que quizás las leyes que conforman la Unión Europea -500 millones de habitantes la UE, de los cuales 300 millones son la eurozona- no les permitan tener razón. Europa no despoja a los ciudadanos catalanes de sus derechos, en el caso de una secesión, son los independentistas quienes lo hacen, son ellos quienes toman la decisión unilateral de salirse de España, por tanto despojan a los ciudadanos catalanes de los derechos eurocomunitarios. España es el estado firmante de los tratados de la UE, la eurozona, Schengen… los catalanes son europeos, políticamente hablando, en tanto son españoles, ciudadanos del estado firmante, no existen territorios miembros, sino Estados firmantes de los tratados. La idea de salirse de España, comporta salir de Europa, para luego volver a solicitar la entrada negociando los acuerdos de asociación que decidan, es como poco, estrambótica. Salir para luego volver a entrar, romper una situación queriéndola reconstruir poco después, ¿Y si la nueva situación encontrara dificultades que retrasaran varios años la solución ideal? Y si no fuera posible ¿quien se responsabilizaría y en qué manera?

La adhesión de un nuevo socio representaría modificar los tratados existentes por lo que requeriría la aprobación por unanimidad de los estados firmantes, por lo tanto no cabe la ilusión de salir Cataluña de España y por tanto de la UE y eurozona y seguir, una vez fuera como nuevo estado dentro, perteneciendo de pleno derecho a la UE. Es un absurdo. En un trabajo del año 2000, Andrés Ortega y José M. Areilza, ‘Excisión y Permanencia en la Unión Europea’, ‘Prospectia’, realizaron una prospectiva sobre el asunto, a partir de la experiencia y leyes comunitarias llegando a la conclusión de imposibilidad de salida y entrada, poniendo el acento en la pretensión europea de integración como fuente básica de la creación de la UE y citan los casos producidos en la CEE/UE: Groenlandia, salida sin secesión, a petición propia; Argelia, declaración de independencia y constitución como nuevo estado, implicó su salida; la integración de la RFA por Alemania, supuso la inclusión automática.

El proceso soberanista parece estar repleto de ocurrencias aprovechando la coyuntura que presentaba la sentencia del Estatut, la crisis económica y el tricentenario de 1714. Las decisiones que se conocen están sustentadas en castillos de naipes, pero arrastrarían a millones de personas sin estar soportadas en acuerdos que permitan conocer con claridad los riesgos y costes para ser tomadas. El eje de agitación y propaganda ha sido un éxito para el independentismo, no así la seriedad y rigor que debería acompañar un proceso plagado de incertidumbres que permitiera tomar decisiones soportadas en evidencias o cuanto menos contar con supuestos lo más ciertos posibles como consecuencia de algunos acuerdos o pactos con las partes, en este caso el Parlamento español.

Desconocemos una propuesta concreta realizada por la Generalitat al Gobierno y Parlamento español sobre la pretendida independencia, solo unas frases que marcaban deseos no ajustados a la realidad, como el de Catalunya independiente que nacería como estado en la UE, por el simple hecho de desearlo, desmentido ampliamente por la legalidad vigente. La cantidad de cribas legales que debería pasar una asociación o acuerdo de un nuevo estado, imprescindibles gran parte de ellos con la aprobación de España lo explica muy bien un experto – ‘1.960 escalones’ de José Ignacio Torreblanca- también conocemos variadas declaraciones de autoridades de la UE que poco a poco se manifiestan en el sentido de que una secesión de una parte de un estado miembro quedaría fuera de la UE y para entrar como nuevo estado miembro tendría que solicitarlo siendo necesaria la aprobación de todos los países, de forma unánime, tal como se toman las decisiones en la UE.

Quieren convencer a la población de que la separación es posible, sencilla y sin costes aparentes. Una vez más en la propaganda por la independencia parece que establecieron las conclusiones a priori, a partir de las cuales elaboran supuestos que sin duda conducen al objetivo deseado. La cuestión es que parten de entrada de hipótesis improbables, al menos en el corto plazo, pertenencia de pleno derecho a la UE, proceso pacífico sin violencia, con traspaso de derechos y obligaciones ecuánimes… ¿planteado sin negociación y con una declaración de forma unilateral? suena un poco raro que obtuviera los resultados que predicen. Pertenencia a la UE de pleno derecho, implica aceptar la política de solidaridad europea, uno de sus pilares básicos, los que tienen rentas altas contribuyen hacia los que tienen rentas bajas, si la negativa a contribuir en España es lo que les fuerza a irse, ¿como pretenden entrar fácilmente en un club que tiene como una de sus principales señas de identidad la solidaridad interregional? ¿Cómo explicar esta contradicción? En los presupuestos comunitarios 2004-2010 tienen un ejemplo que choca frontalmente con un principio básico que defiende el independentismo en su propaganda, su objetivo dicen, es conseguir que su contribución revierta íntegramente a ellos, por el contrario los presupuestos de la UE citados muestran una contribución de España del 9%, mientras que en la distribución de fondos nos toca un 13%, los ricos como Alemania, -DE-, contribuyen con un 20% y recibirán un 12%, Francia da un 17% y recibe un 13%, Italia da un 13% y recibe 10%, el Reino Unido da un 11% y recibe 7%.

Evaluation of benefits to the EU-15 countries resulting from the implementation of Cohesion Policy in the Visegrad Group countries. Warsaw, December 2011

Al independentismo tradicional le importa un carajo la integración en la UE, ellos quieren irse de España y ser un estado independiente por encima de todo y cueste lo que cueste, lo cual es muy respetable, pero no las triquiñuelas y manipulación. El problema les surge cuando los adeptos por la independencia no aumentan durante años y entonces recurren a una panoplia de argumentos para sumar descontentos que crecen con la crisis, así los argumentos para la independencia tienen el objetivo de sumar por encima de cualquier otro y dará igual que sean contradictorios entre sí, ahora la integración en Europa se convierte en algo muy importante para aquellas personas que sin ser independentistas se pueden sumar a la independencia. Es entonces cuando la política europea empieza a tener importancia para los independentistas, les resulta secundaria, pero necesaria para conseguir sus objetivos.

Catalunya sería miembro de pleno derecho de la UE; El proceso seria pacífico y sin violencia; Los traspasos de derechos y obligaciones entre los dos Estados serian ecuánimes y se harían generando las mínimas incertidumbres; No habría cambios radicales en el marco legal; El sistema financiero operaría como ahora; El sistema fiscal sería similar al actual; El boicot sobre los productos de consumo final y de consumo intermedio afectaría al 40% y el 20% de las ventas actuales en el mercado español; Los gastos generados por el hecho de ser un estado en lugar de una región española seguirían una estructura similar a la actual en proporción a la población. 
CCN.2011. Boicot comercial de España. 

El Circle Catalá de Negocis, establece en su propaganda independentista que un boicot comercial de España fracasaría, o tendría pobres resultados, en el caso de una secesión. A pesar de lo que escriben, no sería extraño que el proceso redujera los flujos económicos interpeninsulares, de los que ahora se benefician ampliamente las empresas catalanas –en comercio de bienes cerca de 50.000 millones de euros en 2010 de los 250.000 millones que se intercambian entre todas las regiones, un 25% del total- aplicando campañas directas de boicot a productos catalanes, pasando por desinversiones y deslocalización de empresas, como consecuencia de la salida de la UE, instalación de fábricas de productos competitivos en otros lugares de España, batallas diplomático comerciales, expulsión de los mercados de la UE en las condiciones que tienen ahora, lo cual supondría aranceles para los productos catalanes una vez que se hubiera negociado convenios comerciales que tardarían años en fructificar… todo repercutiría lógicamente rebajando el PIB a ambos, seguramente en mayor medida que el famoso déficit fiscal.

Resultan contradictorios algunos puntos, como el del sistema fiscal similar al actual. ¿Mantenerlo similar cuando es uno de los ejes feroces del enfrentamiento?, ¿pretenden decir que recaudaría lo mismo y que la ventaja estaría en que no repartiría a nadie, por lo que todo se quedaría allí? Eso resulta incongruente con solicitar el ingreso en la UE, una de cuyas bases contempla la solidaridad interregional. Puesto que es una de las regiones ricas, como no se cansan de repetir los soberanistas, tendrían que contribuir al conjunto, de tal forma que el resultado sería muy similar al actual. Pero entonces ¿por qué separarse? Y encima utilizando esa argumentación. Durante años España ha recibido ayudas de la UE, han sido gigantescas, -doblan sobradamente nuestras contribuciones, saldo financiero de unos 118.000 millones de €, muchas ayudas fueron a Cataluña –para situar el volumen comparen el Plan Marshall americano sobre Europa después de la II Guerra Mundial, 1948-52 fueron 13.000 millones de dólares, equivalentes a unos 95.000 millones actuales-. Ayudas que podrían acabar ya que el crecimiento económico ha permitido igualar los territorios europeos y quedaremos fuera de las mismas con la entrada de otros países del Este más pobres. Ahora tocará dejar de recibir y empezar a contribuir si estamos por encima de la mayoría de los 28, ya que en la UE se contribuye solidariamente, dependiendo de la riqueza, a lo cual debemos entender que se negaría el nuevo estado catalán, para ser coherente con su discurso soberanista actual, ya que dejar de contribuir en un sitio para hacerlo en otro no parece congruente.

Respecto a los costes de la Administración del estado propio, si fueran calculados como suele hacerlo la Generalitat en sus balanzas fiscales, evidentemente sería imposible la apreciación que hacen, puesto que ahora evalúa costes paupérrimos respecto a la aportación del Estado en Cataluña por la administración de Justicia, Exteriores, Defensa, Servicios Sociales… En relación al asunto del sistema financiero afirman, operaría como hasta ahora, y se quedan tan panchos. No parece que esa sea la opinión de expertos, del Banco de España, del BCE, de los mercados, bancos de inversión, brokers,… la escisión de Cataluña, representaría para ellos la salida del euro, este sería uno de los temas de mayor nerviosismo, porque nadie sabe sobre qué moneda actuaría el nuevo estado, ni si esa moneda les serviría para financiarse y a qué costes, soportables o insoportables, o cuanto modificaría los parámetros de competitividad que ahora consideran una de sus fortalezas, la moneda que utilizaran y sus costes, que también afectarían al crecimiento y austeridad, a la deuda. Sin definir la moneda resulta ridículo afirmar que sería como hasta ahora, ¿pretenden decir que seguirían utilizando el euro sin representación en el sistema europeo de bancos centrales, en el BCE, sin intervenir en sus políticas? Y como financiarían sus bancos con el BCE que probablemente no aceptaría sus garantías de aval, puesto que no forman parte de la eurozona.

12 Una de las incertidumbres asociadas a una posible independencia de Catalunya es su relación con Europa. Esta incertidumbre ha sido creada por el gobierno español que, a diferencia del gobierno británico, ha amenazado con vetar la pertenencia de Catalunya a la Unión Europea. Al Col·lectiu Wilson se nos hace difícil pensar que la actual Europa democrática se avenga a castigar a los ciudadanos de Catalunya (que, recordémoslo, llevan casi 27 años siendo ciudadanos de la Comunidad Europea) quitándoles la libertad que ahora tienen de circular, comerciar y hacer negocios en Europa. Col·lectiu Wilson 

El Colectivo Wilson, son un pequeño grupo de intelectuales independentistas, que tiene enorme influencia y prestigio dentro del movimiento. Más serio y riguroso que el CCN, en el punto anterior, aceptan la incertidumbre que supondría la relación con Europa por una posible independencia de Catalunya, lo cual sería una de las claves de la aceptación popular. Se equivocan respecto a la postura que dicen mantendrá el Gobierno británico respecto a Escocia, porque no parece que estén dispuestos a votar a favor o dar facilidades a los escoceses para su separación, de hecho la campaña del gobierno Cameron es clara y tajante por el no; y se equivocan también en que la incertidumbre sobre el proceso catalán haya sido generada por el gobierno español, puesto que quienes inician el proceso y quieren imponer sus condiciones al margen de la legalidad actual son los soberanistas. La responsabilidad de los actos es de quien los ejecuta inicialmente, no del resto que responderá. El sentido del párrafo vuelve a utilizar el esquema victimista, presentarse como agredidos por un ataque procedente del exterior, cuando son ellos quienes inician el camino.

Supuesto que Cataluña se independizara unilateralmente, que es lo que sugieren sectores independentistas, probablemente dejaría durante un tiempo, -¿años, lustros, decenios?- a ese nuevo estado fuera de las instituciones comunitarias europeas, al margen de la eurozona y con las ‘relaciones peninsulares’ emponzoñadas lo cual agravaría sus problemas económicos y políticos, dudo mucho, entonces pudieran obtener tantas supuestas ventajas competitivas como dicen los defensores de la secesión. Por descontado los mayores agraviados por el empeoramiento de sus condiciones de vida serían las clases populares, los desfavorecidos, trabajadores, los vinculados con el estado de bienestar, dependientes, parados, jubilados,… y no la burguesía catalana, precisamente máximos impulsores soberanistas.

13 La hipotética decisión del gobierno español de impedir la participación de Catalunya en las instituciones europeas no impediría a Catalunya integrarse plenamente en el orden económico internacional. 

El Colectivo Wilson, acepta como posibilidad quedarse fuera de las instituciones europeas, reconocerlo al menos es un avance respecto a otros sectores que luchan por la independencia, a pesar de que dicha postura sea desconocida por decenas de miles de personas que están en el movimiento. Ahora bien, siguiendo con su independentismo, afirman a continuación que, nada impediría a Catalunya integrarse plenamente en el orden económico internacional. Esta aseveración tiene un contenido si prescindimos de plenamente, que podríamos considerar cierto, pero tiene otra interpretación política que está relacionada con la fuerza necesaria hoy para poder influir en el orden económico internacional que no podrá realizar nunca un pequeño estado. En el coctel que nos movemos de la globalización, los mercados financieros y el ascenso de los países emergentes nos encontramos que Alemania, siendo el mayor país de la eurozona queda muy lejos por tamaño y potencia de poder influir en el mundo, así que cualquiera del resto de estados europeos quedamos lejos; podemos intervenir en cuanto Europa, integrados en un conjunto que nos dota de mayor fuerza y capacidad, pero muy poquito como países independientes.

La construcción europea ha supuesto una nueva relación entre regiones europeas, marco en el que se ha desarrollado y crecido el nuevo soberanismo catalán. La integración implicaba una cadena de cesión de soberanía en la UE, comercio, política exterior, medio ambiente, energía, … la posterior ampliación al Este, el tratado de Lisboa, creación del euro y la eurozona, el BCE, y ahora se dará otro paso adelante con la panoplia de instrumentos apenas en embrión surgidos de la actual crisis que obligarán a ceder mayor soberanía, bancaria, fiscal, monetaria, presupuestaria, etc. por lo que amplias zonas de la política de cualquier estado de la eurozona se desarrollan en distintas instancias europeas. Esta nueva realidad reduce bastante el poder del Gobierno de España, muy alejado de aquella idea de centralismo que existió en el pasado y en esta dinámica Cataluña quiere la separación, entendible desde la óptica del espíritu independentista clásico, pero no presentada como solución para todos los problemas ni para tener mayor soberanía. El independentista dice: que me dejen hacer lo que quiera en paz, como si ello fuera posible, hoy nadie puede hacerlo, pero en todo caso, ¿y qué hacemos con la otra mitad que en el mismo territorio quiere otra cosa? 

Resolución 2625/XXV. ONU. Autodeterminación y descolonización

La resolución 2625/XXV de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1970 reconoce el derecho a la autodeterminación en casos de dominación colonial, dominación racial y dominación extranjera. Cataluña encaja dentro del tercer supuesto, pues aún perviven las prohibiciones de extranjería que impedían a los catalanes ejercer libremente la ciudadanía española dentro de las instituciones del Estado. CCN. Circle Catalá de Negocis. 

Su encaje como país independiente en la ONU tampoco se ve factible en base a la legislación vigente, la 2625/XXV, ley anticolonial de imposible aplicación a Cataluña, muy a pesar de sectores independentistas que abogan por ello. Esta ley tenía como objetivo la autodeterminación de colonias gobernadas por metrópolis, por ejemplo los países africanos en cuyos puestos de acumulación de riqueza, de gobierno y representación, política, económica, cultural, religiosa, deportiva, etc. están situados los colonizadores, en este caso para hacerlo creíble los detentadores de la riqueza y poderes políticos, económicos, culturales etc. deberían ser los españoles, los representantes de las élites en Cataluña, tendrían que ser unionistas por lo menos, pero sucede justo lo opuesto, allí solo tienen poder los catalanistas. Ítem más, se produce represión interna, puesto que una mitad de población catalana, castellano hablante, o española cultural, no cuenta con representación en la sociedad catalana. El CCN y defensores de la 2625 supongo sabrán que quieren decir con asimilarse a la dominación racial, deberían justificar su espíritu racista que muestran al considerar una raza distinta la española a la catalana, tal como sustenta una de las bases teóricas catalanistas, líneas procedentes de Almirall y Gener. Les queda apoyarse en el tercer punto, la dominación extranjera, que implica apropiación económica y dominación política, lo que justifica verter en su agitación y propaganda la línea de extranjería hacia lo español y la explotación a que sometió a Cataluña.

El problema es que los resultados que muestra una de las regiones más ricas de Europa, con mayores estándares democráticos y de calidad vida del mundo, no se ajustan a las fotos que se pretenden mostrar, la supuesta colonia tiene mejores datos estadísticos que la metrópoli española, ya no solo respecto a acumulación de riqueza sino respecto a parámetros que miden la calidad de vida diaria, como son la renta disponible, médicos, enfermeras, camas hospitalarias, esperanza de vida, escolarización infantil, graduados medios, universitarios, licenciados, teléfonos, coches, electrodomésticos, viviendas, atención a dependientes, etc. etc. en la supuesta colonia los mejores barrios y casas, los ocupan catalanistas, los propietarios directores y ejecutivos del aparato productivo y comercial son catalanistas, las élites culturales y deportivas son catalanistas, las élites políticas y religiosas son catalanistas, etc. A pesar de lo cual el gobierno español haría muy mal si no trabajara internacionalmente la situación, difundiendo datos de contraste, no fuera a suceder que por no hablar calara la idea que llenara el vacío y luego hubiera que lamentar la falta de política internacional adecuada como ocurrió con el tema terrorista. No pierdan de vista contrastar este aspecto colonial con el cuadro del inicio del apartado, que muestra el ascenso de Cataluña durante 1980-2001, etapa democrática, que difícilmente podrá justificar una colonia.

Tampoco será fácil ingresar en la ONU considerando que múltiples estados no aceptarían una segregación de otro legalmente constituido, aunque solo fuera por evitar problemas en los suyos propios, ese derecho no es reconocido internacionalmente, ni por constituciones nacionales. La nueva Cataluña debería solicitar su ingreso en la ONU, y este ser aceptado y propuesto por el Consejo de Seguridad, en donde los cinco integrantes permanentes con derecho de veto, son defensores a ultranza de la integridad territorial y no de la segregación. Supuesto aceptada su petición de ingreso la Asamblea General de 195 países la refrendaría por 2/3 de los votos, muchos de los cuales consideran que la declaración unilateral de independencia entra en contradicción con la Carta de Naciones Unidas. Un nivel de estado observador, similar a Palestina, es más sencillo, requiere aprobación por mayoría simple, sin derecho a voto ni participar en muchos órganos y comisiones. –Kosovo reconocido bilateralmente por más de 100 países, no está admitido en la ONU, fundamentalmente por su separación unilateral de Serbia-

El problema que plantea la propaganda secesionista es que está bien diseñada emocionalmente para movilizar, pero muy mal para llevar adelante dichos planes en base a acuerdos, se centra en las movilizaciones de un pueblo y se olvida del entramado legal de obligado tránsito, salvo que se pretenda conducir a salidas imposibles. Los estudios independentistas –dejo al margen las trampas, ocultaciones y mentiras- contienen una cierta estructura de respuestas satisfactorias ante supuestos problemas, lo cual deja en las mismas manos de quien los elabora, la pregunta, la respuesta y la decisión, que está tomada previamente. Es un solitario con trampa, porque la decisión es previa al resto de contenidos que se ajusta para dar un resultado definido con antelación. Sin la decisión tomada a priori, quizás las preguntas serían diferentes y las respuestas tampoco servirían para tomar las decisiones que fueron adoptadas.

El movimiento secesionista elabora una de sus líneas de propaganda para demostrar que estados pequeños son viables; al mostrar comparaciones con Catalunya pretende convencer no solo de la viabilidad, lo cual puede ser cierto, aunque ya no tanto respecto de la oportunidad y conveniencia. Los estados que cita como ejemplos son en su mayoría de antigua creación, con larga tradición y asentamiento internacional, por lo que han llegado hasta hoy en otra realidad histórica más propicia, por menor globalización y concentración de poderes económicos, la realidad es que la mayoría de esos estados se integran en unidades de superior grado para poder subsistir o tener influencia internacional. Resulta difícil convencer de que para tener soberanía, es mejor ser pequeños y aislados, y que ello redundará en ser más eficaces y tener mayor influencia que integrado en unidades mayores, a pesar de la cesión de soberanía que implica.

El magma de los mercados, los emergentes y la globalización está detrás de la inmensa crisis que padecemos en España condicionando las posibles alternativas que no podrán ser como las anteriormente conocidas y que dependerán no solo de nuestro nuevo contrato social nacional, sino de nuestra capacidad de crear una fuerza configurada en torno a la eurozona, la UE o una de las otras alternativas que se barajan: dos euros, uno fuerte y otro débil, norte-sur, una UE sin el Reino Unido y sus aliados, una organización reducida del sur, coaligada, o con la otra eurozona… ‘El Poder de los mercados. Y los españoles’. Manuhermon.2013.

La independencia no es un absoluto, y menos en la actualidad que la soberanía nacional no existe, sino compartida, Catalunya ha llegado tarde a un mundo en el que ya no es posible realizar su sueño de vivir independiente y con influencia global. Tendrá que decidir si compartir con España la aventura europea cediendo parte de su soberanía o vivir sola e independiente. Sin integrarse en una unidad superior no se produciría cesión de soberanía, aparentemente, en realidad como estado soberano no tendría independencia en un mundo globalizado, entendida como capacidad suficiente para actuar en su desarrollo sin injerencias externas, como tampoco podría influir en el entorno global dominado por fuerzas muy superiores que condicionan demasiadas cuestiones internas, la financiación del país, los flujos de inversión que determinan modelos productivos nacionales, y éstos los empleos y la capacidad comercial y la competitividad global, y la capacidad de incidir en la evasión fiscal, todo lo cual condiciona la libertad, equidad y solidaridad interna, la posibilidad de estado de bienestar, sanidad, educación, pensiones, asistencia social; grandes alianzas políticas condicionan las relaciones exteriores, culturales, políticas, la posibilidad de influir en otros países y organismos internacionales… Todos los estados por muy pequeños y viables que sean, buscan su inserción en entidades superiores de apoyo, influencia y protección, lo cual lleva aparejada algún tipo de cesión de soberanía, los estados soberanos que quedan fuera de alianzas mayores, sin duda pagarán un precio, nada es gratis, y dejan de influir al tiempo que son influidos por los poderes globales.

Manuel Herranz Montero. Otoño 2013. Publicado en el libro

Cataluña. Convergencia con Europa. Charts




















jueves, 3 de diciembre de 2015

Cataluña y la trampa del derecho a decidir

CATALUÑA, LA SECESIÓN Y EL DERECHO A DECIDIR
NO EXISTE TAL DERECHO DE SECESIÓN


Cataluña. Independencia. Izquierdas. La confusión
 
Confieso que estoy confundido con el asunto de la independencia para Catalunya, porque verán, yo no lo considero progresista, de hecho terminé un libro sobre el asunto en diciembre 2013 –Catalunya.Camino a la secesión- en el cual hago una revisión crítica del proceso desde sus inicios hasta la actualidad y mantengo la tesis de que nunca existió un sujeto político homogéneo, el pueblo catalán, en lucha contra otro sujeto, el pueblo español, ni en 1714 ni en 1936 luchó Catalunya contra España, porque en cada trinchera había mezcladas gentes de ambos bandos. Incluido ahora, si quieren resumir, la mitad de catalanes a un lado por la independencia, la otra mitad al otro lado por continuar juntos, el problema es que a esta mitad unionista la consideran no catalana, la apartan, marginan y pretenden colonizar.

Me dicen que la izquierda siempre está a favor de la libertad de la gente, hay que dejarlos decidir. Y ¡córcholis! es lo mismo que decía Thacher y Reagan, dejad que todos seamos libres, dejadme decidir qué hacer con nuestro dinero. También lo dice Esperanza Aguirre, la libertad de elegir es un principio básico del batallón neoliberal, reclaman libertad para actuar, ningún control, exigen a los gobiernos que dejen hacer lo que quieran, donde y cuando quieran. ¿Entonces qué sucede? ‘Yo no soy independentista, pero deben decidir los catalanes’, dicen algunos, recordando una vieja idea de izquierdas sintetizada en, el derecho a la autodeterminación. Sí claro, derecho de autodeterminación de las colonias, absolutamente nada que ver con Cataluña. Ni Euskadi. ¿Entonces qué ocurre?

En este asunto, el derecho a decidir es sinónimo del derecho de autodeterminación, la consigna camufla el derecho a decidir la independencia, utilizando un lenguaje aceptable popularmente. Tras la bandera de la libertad de unos se combate la libertad de otros, de amplias mayorías no propietarias de medios de producción ni patrimonio. Defender que los ricos tengan derecho a decidir independizarse abandonando al resto, no presupone que los menos pudientes tengan mayor libertad, de hecho las desigualdades aumentan porque los acaudalados llevan años reclamando y ejerciendo su derecho a decidir fuera de controles estatales, no quieren que les obliguen a pagar impuestos, exigen exenciones, subvenciones, ayudas fiscales, o formulado como en Cataluña, quieren que los impuestos que pagan les reviertan a ellos mismos. Ese es el derecho a decidir en la cuestión catalana.

Pero entonces, ¿Cómo seguir considerando que la independencia sea progresista? porque lo citado anteriormente es uno de los objetivos esenciales, declarado no una, ni dos, ni tres veces, sino miles de ellas, en panfletos, revistas, estudios, libros, páginas web, periódicos, teles, radios, etc. etc. del movimiento por la independencia en Catalunya, desde hace unos años. Por supuesto todo al margen de la corrupción allí y aquí. Y al margen del Bello durmiente.

¿Luchamos por la libertad de los catalanes? grita Carme Forcadell, Presidenta del Parlament, representando solo a una mitad. Cuanta estupidez tenemos que aguantar, ¿en serio intenta que nos creamos que los catalanes son como los pueblos colonizados?, es un grave insulto para aquellos Vietnam o Angola, para Argelia o Mozambique, para los chilenos post Allende… ¿quiere hacernos creer que los catalanes carecen de derechos civiles como vivían los negros en EEUU? Y jopé, a uno le dan ganas de esconderse ante tanta locura; estar siempre a favor de la autodeterminación de las colonias y ahora esto. Muchos aún dudan porque las palabras son cortinas de humo ¿Catalunya una colonia?, claramente no, pero ante la insistencia de la propaganda secesionista, no una, ni dos, ni tres, en miles de páginas, panfletos, radios y teles, etc. etc. dicen que los españoles explotamos a los catalanes, como si fueran una colonia, de hecho sostienen que vivimos de la explotación colonial durante cientos de años. Con este panorama no me extraña que mucha gente esté a favor de la autodeterminación del pueblo catalán. Pero, esto me confunde.

Resulta que una de las regiones más ricas de España, de Europa y del mundo, dice que son una colonia, y hay gente que lo cree. Una de las regiones del planeta con mejores estándares de vida y libertades, y no me refiero solo a que tengan riquezas en su territorio y éstas sean propiedad de la metrópoli, no, porque los propietarios de riquezas tienen apellidos catalanes, los líderes políticos tienen en su mayoría apellidos catalanes, los ejecutivos, los dirigentes, los mandos intermedios del aparato productivo, los gestores del aparato mediático, cultural, deportivo, social… tienen apellidos catalanes. No, no hay gente de la metrópoli dirigiendo aquella sociedad, por cierto, bastante más cerrada, racista y elitista que otras muchas sociedades españolas. Resulta que sus casas tienen mejores condiciones de teléfono, televisión, calor, agua, tamaño, comodidades, lujos…, sus barrios asfaltados, luces, parques, espacios comunes… la sanidad, medida en camas, médicos, enfermeros, hospitales… la educación medida en cantidad y calidad de estudiantes infantiles, medios y superior, en titulación media y universitaria, en calidad científica, … resulta que la disponibilidad de bienes de consumo, coches, lavadoras, teles, teléfonos, conexión a internet, y un larguísimo etc. de comparaciones los sitúan por arriba, de casi todos los españoles. Y entonces mi confusión aumenta.

Una amiga me dice, ‘pero, en Catalunya hay pobres’. Es cierto, y en Extremadura y Andalucía… pues claro, y en Alemania, China, India, EEUU, pero, ellos no piden la independencia. Efectivamente hay pobres en todas partes, pero el movimiento por la independencia en Catalunya dice, escribe, sostiene, no una, ni dos, ni tres veces… que los españoles les roban. Es terrible que los niños catalanes tengan esa visión, terrorífico que lo digan que alguien desde el sistema educativo –si, si, desde los colegios llevan años enseñándolo- les ha hecho sentir que los españoles del barrio de Pescadería en Almería les roban, que los parados malagueños, o gaditanos se aprovechan de ellos, que los murcianos se llevan su dinero, que los niños de Vallecas viven a costa de los niños catalanes… Y el peligro a futuro aumenta, porque suponiendo que ahora pudiera resolverse el enorme problemón, los niños catalanes, las nuevas generaciones, cada vez abrazan mas la independencia.

Ellos son ricos, por la gracia de dios, por sus méritos, así lo escriben en su propaganda, no dicen que el resto les tenemos envidia, pero lo sugieren cuando llenan declaraciones y trabajos de adjetivos ridículos sobre el resto de españoles minorando nuestra capacidad de trabajo y cultura,... Miro un poco la historia y no dudo que sean un pueblo trabajador, culto, etc. pero no más que otros españoles, puedo aceptar que sean diferentes, pero no superiores, ni siquiera más abiertos. Si uno pasea por el Museo de las Ferias, de Medina del Campo, o por el Monasterio del Escorial, por citar solo dos lugares del centro de España, encontrará múltiples rastros del poder cosmopolita de la España del XV, la Nueva York de entonces, intelectuales, filósofos, escritores, comerciantes, pintores, banqueros, arquitectos y un larguísimo etc. de toda Europa trabajaron y dejaron allí miles de pruebas de ello. El Camino de Santiago fue una avenida de europeización gigantesca… catedrales e iglesias dejan ver culturas muy similares en enormes extensiones de Europa. No, los catalanes no fueron especialmente abiertos, ni especialmente modernizadores por sus contactos europeos o marítimos, ni fueron los líderes impulsores, en mayor medida que otros, de aquella España que utilizaba en sus conexiones marítimas los puertos del Atlántico, del Cantábrico, de Andalucía y del Mediterráneo.

¿Un aspecto diferencial?, su riqueza quieren que sea solo para ellos. Puedo entenderlo, pero mi confusión crece si me dicen que eso es de izquierdas, libertad para decidir que lo de uno sea para sí y a los demás que los den. Siempre creí que la solidaridad era un principio progresista, distribuir para reducir desigualdades es práctica común en los estados federales, suele realizarse a través de impuestos y transferencias inter-regionales. El movimiento a favor de la independencia quiere dejar de compartir, lo suyo para ellos. Me confunden, ¿qué es lo suyo?, sus impuestos. Y sus riquezas, ¿de quienes serán en particular?, ¿en una república catalana sus propietarios las repartirán entre todos, contribuirán con sus impuestos para reducir desigualdades? o puesto que ha sido aceptado el principio de cada cual con lo suyo...

Los impuestos en España señalan que la concentración de ricos es mayor en Madrid y Barcelona, accionistas y empresarios cobran rentas de empresas que en gran parte obtienen sus beneficios en el resto de territorios, desde bancos a fábricas de coches, editoriales o textiles, etc. La pregunta es ¿está bien o mal que paguen impuestos las personas, físicas y jurídicas? porque los colegas de izquierdas hacen dudar de casi todo. Y si está bien que paguen impuestos, no me hagan creer que lo correcto sea invertirlos en su barrio, en su casa. Eso es lo que piden los independentistas, no una, ni dos, sino miles de veces...

Mi confusión respecto a la acumulación de riqueza es grande. Me da por pensar que las políticas proteccionistas del XIX a la industria catalana generaron riqueza para la burguesía haciendo pagar altos precios al resto de españoles, castellanos y andaluces pagaban altos precios por los paños catalanes, porque los gobiernos de entonces dejaban fuera de España con altos aranceles la competencia extranjera que tenía precios más baratos que los catalanes. Se beneficiaba a unos en perjuicio de otros, dicho de otra forma, parte de los recursos de aquellos españoles del interior se desviaba para facilitar la acumulación a la burguesía catalana. Me da por pensar ¿qué hubiera ocurrido si la fábrica Seat se hubiera instalado en Valencia, Murcia o Almería? si las recomendaciones de los grandes dictadores del siglo XX no hubieran consistido en favorecer la inversión en Cataluña, País Vasco –y Asturias una temporada-. Las políticas de los gobiernos españoles durante más de un siglo ayudaron a desarrollar infraestructuras e inversiones en Levante, en detrimento del Atlántico, el Sur y la España interior. Salvo la isla de Madrid.
(2015-10-28)

Los catalanes han estado decidiendo durante muchos años. Elaboración: Manuhermon, con datos del Ministerio del interior. Gobierno de España.

Entre otras formas de participación, los catalanes decidieron elegir mediante votación a sus mandatarios para que les representaran y dirigieran parte de sus destinos: votaron en 11 ocasiones Diputados al Congreso y Senadores, 7 veces para decidir parlamentarios en el Parlament, votaron 9 veces para decidir sus concejales en los municipios, en otras 6 ocasiones eligieron parlamentarios europeos y en otras 6 más decidieron en referéndums, tipo Reforma, Constitución o Estatutos de autonomía. Sí, ellos han podido decidir y lo hicieron –y no los negros en los sesenta en EEUU-. En sus decisiones puede constatarse que salieron mayorías nacionalistas, no siempre, pero nunca eligieron mayorías soberanistas.

Siempre hubo independentistas pero, solo desde hace un año se manifiesta como preocupación creciente las relaciones Catalunya-España en los estados de opinión, problemas que perciben los ciudadanos que publica el CEO (Centre d’Estudis d’Opinió) de la Generalitat. En los cuadros desde enero 2009 a junio 2013 presentan las preocupaciones de la gente, las personales y aquellas consideradas grandes problemas de Catalunya. Ambas coinciden en el orden, las preocupaciones personales, en 2009, vinculadas a la precariedad laboral preocupan un 44% a continuación un 17% el funcionamiento de la economía, ambas consecuencias de la crisis económica, a mucha distancia, también preocupa la insatisfacción con los políticos, cerca de un 5.5%, queda relegada la preocupación de relaciones Catalunya-España a un 3,5%. Escasa importancia se le daba entonces, para la que luego tendría súbitamente.

En junio de 2013, lo que consideran problemas importantes pasan a ser cerca del 50% la precariedad laboral, el 16,2% el funcionamiento de la economía, doblándose el peso de la insatisfacción con los políticos hasta el 12.4%, -que no entiendo insatisfacción con la política aunque podría estar contenida, en el mismo estudio por las diferentes preguntas aparecen grados de interés, preocupación, seguimiento etc., respuestas comprometidas con la política-. Sigue en el grado de preocupación, las relaciones Catalunya-España con cerca de un 11%, más que triplicando su importancia respecto al 2009. Desde luego en los propios centros oficiales de Catalunya, el CEO, donde cocinan los datos de opinión, éstos no reflejan que sea el problema tan insoportable como lo denuncian al mundo sus políticos y los medios de comunicación catalanes.

Un cierto grado de radicalización popular se incuba durante el segundo gobierno de Aznar entre pequeños grupos españolistas y políticos catalanes, amplificado por algunos medios de prensa, radio y televisión. El malestar se hace palpable durante el primer gobierno de Zapatero, a partir de 2004, en la negociación del Estatut, y cuando éste llega al Congreso, siendo aprobado en junio de 2006. Pero todavía durante el 2008 la tendencia separatista se mantiene por debajo del 20% en datos de la Generalitat –ver cuadro anexos-.



En 2009 las encuestas detectan un malestar creciente con el funcionamiento de la democracia en Catalunya, -y en España- probablemente sean reflejos producidos por la crisis económica y el Estatut. A partir de entonces comienza a expandirse el malestar por el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP, y la demora en la Sentencia, lo cual provoca sentimientos separatistas, que unido a la grave crisis económica, produce otro salto al alza en 2011, entrando en la dinámica actual en 2012 con otro acelerón, que lleva aparejadas reacciones masivas de culpar a España –España nos roba- por la mala situación política, laboral y económica de Catalunya, de la que muchos esperan salir con la independencia.


El gran hallazgo de la consigna sobre el derecho a decidir

Quien imaginara la idea, encontró un filón, porque está claro que nadie podrá está en contra del derecho a decidir de la gente sobre su futuro, derecho consustancial con cualquier democracia. Sin embargo como toda realidad la apariencia no es igual a la esencia. A la mayoría de gente bien-pensante le parece que esto es lo más democrático y algunos un poco obnubilados, creen que el nacionalismo está dando una lección de democracia a los españoles, ya que interpretan esta reivindicación en clave ciudadana, ‘para saber qué quieren los catalanes’ cuando se trata de una maniobra dentro del proceso de independencia, puesto que saber lo que quieren hay suficientes técnicas estadísticas y electorales para conocerlo. Por supuesto sería declaración de independencia si saliera el voto favorable, ya que si sale contrario, volveríamos a la casilla de salida.

El resultado de una consulta así, sería directamente un referéndum sobre la autodeterminación, muy poco comprometida para el secesionismo, saldría gratis, sin costes añadidos caso de perder, con volver a empezar al año siguiente, todo resuelto. La utilización de la consigna sobre el derecho a decidir sobre la secesión de Catalunya, ha demostrado ser un arma política de primera magnitud dificilísima de combatir y su instalación entre la gente sigue imparable. A pesar de las preguntas que suscita entre el pensamiento progresista, de izquierdas o simplemente racionalista que no puede aceptar que no haya sido ejercido ese derecho en el pasado por los catalanes en la misma medida que lo hizo el conjunto del pueblo español. Los independentistas lo plantean como una recuperación de algo inexistente y/o que existió en el pasado y ahora no existe en su territorio, para lo cual quieren modificar unilateralmente todo el marco jurídico legal que lo hizo posible en el conjunto de España.

La secesión no se contempla en ninguna constitución, solo está reconocida por la ONU para territorios coloniales, la 1514, de la XV sesión de 1960 aplicada al Sáhara; y la 2625 de 1970, del XXV período de sesiones que reconoce la libre determinación para territorios colonizados y oprimidos, -libre determinación que separa de secesión de estados ya constituidos- es decir reconoce el derecho a la descolonización en territorios dominados, gobernados y explotados por extranjeros, sobre poblaciones sin derechos a decidir organización social, ni económica, ni gobernantes, ni leyes, algo extremadamente alejado de Catalunya y que se redactó pensando en las colonias del tercer mundo.

¿Quienes deciden hoy en Cataluña sobre la mayoría de cuestiones que afectan a la ciudadanía? Evidentemente la burguesía catalana, tan carcunda como la españolista, o británica, que copa todos los poderes, desde el control los medios de producción, fábricas, negocios, comercios… pasando por las tribunas mediáticas, prensa, radio, televisión… desde la cultura, el deporte, comercio, la banca, la política… y las direcciones de todos los partidos como indica la deriva que ha tomado el asunto, de tal forma que la igualdad de oportunidades entre diversas posturas no existe.

Los conflictos de clase han desaparecido de la faz de la tierra sustituidos por el identitario nacional, todos juntos empujando el carro con los mismos intereses, que lógicamente serán los del grupo dominante, suena antiguo. La vida no es solo un conflicto en torno a la producción, los problemas que nos invaden son transversales en gran parte, de sexo, ecológicos, de raza, de religión… de identidad, pero una cosa es que existan conflictos cruzados y otra que hayan desaparecido como por ensalmo las clases. ¿Los trabajadores tendrían ese derecho a decidir, sobre objetivos, salarios, condiciones, horarios, ritmos… en fábricas y tajos, comercios y bancos? ¿Una vez conseguido, los vecinos decidirían sobre qué construir y dónde poner parques y escuelas, cuantos metros edificar y a cuanta distancia del mar…?

¿Por qué no pedir el derecho a decidir sobre la política de austeridad?, por ejemplo, en relación a la urgente reforma fiscal que debería hacerse, sobre los impuestos, tipos y cuantías que las empresas y los ricos deberían pagar aquí en España, incluyo Cataluña. Derecho a decidir sobre en qué recortar, a quienes y dónde invertir y cuanto. Derecho a decidir sobre las condiciones de trabajo, sobre implementar urgentemente planes masivos de empleo en montones de nichos y sectores, decidiendo sobre los recursos a utilizar en ellos, los recursos que ya existen por muchos rincones –Catalunya Caixa 12.000 millones de € ayuda pública del Estado pagada por los trabajadores, los ricos no pagan impuestos-

Derecho a decidir sobre cómo deben reprimir las fuerzas de seguridad las manifestaciones de los indignados cuando se celebran en espacios públicos, incluso decidir si deben ser reprimidas, o mejor todavía, deberíamos decidir a quienes deberían detener y violentar, a los corruptos –catalanes hay montones- a los recortadores de derechos sociales y repartidores de propiedad colectiva tales como la sanidad y la educación…

Derecho a decidir sobre la ley electoral… con cuanta proporcionalidad, eligiendo la circunscripción electoral y número mínimo de diputados elegidos. Derecho a decidir a las mujeres sobre el uso de su cuerpo y al conjunto de personas sobre las libertades civiles, laicas. Sería necesario poder decidir sobre el tipo de energía a desarrollar en España y sobre los precios de producción, decidir sobre la protección de bosques, espacios naturales y costas… ¿Por qué no decidir sobre ayudas bancarias a las Cajas catalanas y sus condiciones de retorno?, y mientras se producen, decidir sobre su gestión ¿Acaso estas cuestiones son más difíciles de lograr que la secesión? Pero no menos importantes.

El liberalismo, los neoconservadores, Reagan, Thacher, Aguirre, Aznar, los banqueros… se llenan la boca diariamente de la palabra libertad, reclaman a los gobiernos y a la sociedad su derecho a decidir. Quieren gastar lo que ellos decidan en lo que quieran, decidir cuánto pagar de salarios y con qué derechos contratar, reclaman poder decidir en donde invertir y cuanto cobrar por el uso de sus carreteras, sus escuelas, sus hospitales, que dicen es su derecho construir… porque según su patrón de libertades, todo el mundo debería decidir libremente qué hacer con su vida, pero sin el Estado de por medio. Las libertades que el neoliberalismo predica, el derecho a decidir que ellos reclaman, es la libertad de los poderosos de llevar el dinero que consigan explotando a millones de personas en un país al paraíso fiscal que les dé la gana…

Dirán algunos que esto no tiene que ver con el derecho a decidir que reclaman los catalanes. Verán, en cuanto derecho a decidir es similar, unos pueden reclamarlo desde posiciones nacionalistas y otros desde posiciones rojiverdes, o malvanegras; desde posiciones religiosas o laicistas, se puede reclamar desde posiciones burguesas o proletarias, lo pueden reclamar los ricos y los pobres…

Todos quieren tener derecho decidir. ¿O no? ¿Es ilimitado en el tiempo? ¿Todos los territorios, aldeas, ciudades, regiones… tienen el mismo derecho? ¿Todos los individuos lo tienen, quien los designa? ¿En las fábricas los obreros tendrían derecho a decidir? ¿Qué opciones serían posibles alternativas a la independencia, que consecuencias tendría una u otra opción?

Despotricar y maldecir a menudo olvida que el pueblo español -y catalán- actuó como sujeto político y ejerció repetidamente el derecho a decidir en numerosas elecciones, y decidió en las antípodas de las condiciones de vida, negación y represión de libertades, de los negros estadounidenses con los que se quieren comparar. Nuestra realidad social y política fue construida por muchas sensibilidades distintas en la Transición, con mayor peso de unas que de otras, sin duda, pero creando una nueva legitimidad general en cuanto que aceptado libre y mayoritariamente por todas las partes que en ningún caso formó un apartheid con grupo poblacional alguno.

En la comparación con otros países, sin duda podríamos trasladar experiencias que mejorarían nuestra democracia, máxime en estos momentos, pero dejemos de meter todo en una coctelera y agitar, y dediquémonos a resolver problemas. Cuesta aceptar la idea de la descalificación global de nuestra democracia y el embellecimiento de las demás como si se tratara de paraísos, y diariamente se hace desde medios de prensa, nacionalistas y obnubilados de todos los colores. Seamos serios en nuestras definiciones, votar en referéndum para elegir presentarse a los JJOO o tal o cual cosa sobre una ley, no es de lo que estamos hablando, que es aceptar la independencia de un territorio. No existe el derecho internacional a la secesión, fuera de los casos coloniales.

Ningún país tiene en su Constitución formulado el derecho a la secesión y muchos tienen expresamente recogida la integridad territorial de forma similar a España, como son Francia, Estados Unidos, Italia o Australia, no acusados de antidemocráticos. No se es más o menos demócrata por reconocer constitucionalmente el derecho a la secesión, que insisto no conozco lo tenga ningún país, o por no citar la referencia a la indivisibilidad territorial, que es por donde se mueven los casos de Canadá y Reino Unido, este último sin ley constitucional expresa y desde luego lejos de modelos democráticos globales la elección de lores o el entramado social supe clasista existente.

El derecho a un referéndum para saber, reclamado en Catalunya, se transmuta realmente con el resultado final, lo que se plantea es un referéndum sobre la independencia. Además revisable anualmente si no sale el resultado apetecido –juro que lo he leído y escuchado a los independentistas, como cualquier otra elección, decían- pero ¿por qué no pensar el derecho a decidir para los supuestos anteriores?, porque los partidos tradicionales de izquierda y los nuevos están dirigidos por individuos de procedencia familiar burguesa, de los estamentos altos de la burguesía catalana, -igual en otras latitudes- se están rompiendo porque la sociedad está harta de crisis y sin ver salidas a medio plazo, se aglutinan en torno al proyecto independentista, la única ilusión, generada como solución de todos los conflictos.

Los independentistas sobrevenidos y una parte de los antiguos, han interiorizado que todos los males que padecen, crisis incluida son culpa de los españoles, de los otros, sean quienes sean no son ellos, y además los otros son todos iguales en su identidad maligna, represora y explotadora, mientras ellos son los ungidos por el espíritu santo, recién nacidos sin mácula alguna limpios de cualquier pecado. Así me apunto hasta yo, al bando de los buenos, si puedo elegir sin costes no me voy a apuntar con los malos -El sentimiento independentista ya existía desde mucho tiempo atrás, lo nuevo ha sido la gran cantidad de gente que se ha sumado, con criterios economicistas o ilusionantes perspectivas que no encuentran por otras partes, al tiempo que les brinda la tranquilidad de haber encontrado a los culpables de todos sus males-

La transversalidad de la reivindicación independentista es un hecho, como su crecimiento. Desde la óptica rojera y progresista, llama la atención el abrazo de posturas secesionistas como solución a sus problemas por centenares de miles de emigrantes obreros y la cesión de partidos tradicionales no nacionalistas, algunos internacionalistas de origen, que se sienten arrastrados por la ola secesionista hasta romperse –como sucede con el PSC, veremos cómo termina- ya que durante mucho tiempo no hablaron sobre qué queremos decidir. Olvidaron que los trabajadores, los débiles, las mujeres, los pensionistas, los parados,… reclaman capacidad de decisión para mejorar sus vidas y la ola secesionista la quiere para constituirse en estado con el objetivo de mejorar los intereses de ricos y burgueses catalanes, que son quienes lideran Catalunya, tal cual neoliberales citados, nuestro dinero para nosotros, los demás que se arreglen como puedan. Nada más antieuropeo, y más antiguo.

Derecho a decidir para los españoles y los catalanes, y los de Tarragona y los de Sabadell y Calella, y Galapagar y Gandía y Teruel… ¿veremos cada año un referéndum para dilucidar si Tortosa se va o se queda, o una vez conseguido para unos se eliminará para el resto sobre todas las cuestiones anteriormente planteadas? Todo nuevo territorio generas nuevas minorías dentro del mismo que según su esquema de ser éticamente generalizable deberían tener el derecho a independizarse, en ese y en cada momento, lo cual se presenta un poco insensato.

Todo el esquema propagandístico planteado por el secesionismo, se ha apropiado del principio democrático del derecho a ser independiente, repartiendo carnets de demócratas al viejo estilo español, los que tuvieran otras ideas no son demócratas, olvida lo anteriormente escrito, y encima omite una realidad suprema actual que pesa sobre todo estado o nación. No existe la autonomía absoluta para ningún estado o nación en el contexto político global europeo de hoy, la soberanía es compartida, así que el derecho a decidir, realmente referéndum sobre independencia, pretendiendo estado propio inserto en la UE –al margen de su extrema dificultad- es bastante engañoso, por cuanto la pertenencia obligaría a compartir el derecho a decidir sobre múltiples cuestiones económicas, legislaciones, política exterior, procesos fiscales, monetarios, políticos,... Por decirlo preciso, no tenemos derecho a decidir devaluar la moneda como ayuda para salir de este infierno de crisis, no podemos decidir emitir moneda para dotarnos de inyecciones tipo FED norteamericana, que disolvieran la deuda y proyectaran crecimiento, no tenemos independencia para implantar una tasa Tobin, porque sería una inutilidad si no se instala en el resto del espacio europeo, como no tenemos derecho a mantener una guerra frontal contra los paraísos fiscales, porque sin la cooperación de la eurozona será imposible, etc. etc.

El problema es muy serio y complejo de resolver, y ha entrado en una dinámica endiabladamente acelerada, preludio de salidas históricas, con ideas defendibles a un lado u otro, tan democráticas y ambas necesitadas de respeto para encontrar salidas. Difícil aceptar la dicotomía de que las buenas son aquellas y las malas estas, y mucho menos el reduccionismo de que metan todas estas juntas en el mismo saco. Como dice J.M. Ruiz Soroa ‘casarse o divorciarse es una decisión unilateral, pero el estatus matrimonial debe decidirse de común acuerdo,… un socio solo no puede decidir unilateralmente la forma de la asociación… no puede decidir solo cómo y con qué condiciones se queda en España…’, dicho de otra forma, la decisión de separarse es suya, -en el suya entra el pueblo entero, no solo los secesionistas- pero el encaje, el estatus de la relación Catalunya-España debe decidirlo el conjunto de los afectados. Después de tener claro lo anterior podemos hablar sobre las posibilidades de algo similar a una consulta, referéndum o proceso para determinar el encaje Cataluña-España.

‘’El problema de la decisión democrática es que es una decisión mayoritaria, y dentro de unas reglas establecidas y aceptadas. No es democrática cuando no cumple la mayoría, y no es legítima porque no cumplen las reglas cuando se sale del cumplimiento de las normas. Para su comprensión, lo exagero: ¿El Ayuntamiento de Cartagena puede declararle la guerra a Libia por el 90% de los votos de los ciudadanos? Democráticamente impecable, legítimamente imposible. ’’
Felipe González y Jordi Pujol en diálogo. Diciembre 2012. Cataluña-España ¿Qué hacemos? ¿Qué fem? en el MACBA, organiza ‘El País’.
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La ANC hará todo lo necesario para que el proceso de secesión sea lo más rápido posible…Con el espíritu manifestado de máxima celeridad, se debería haber materializado la consulta antes del 31 mayo de 2014.
Una vez establecida la fecha de la consulta y ante la convicción de la victoria de la opción independentista, se deberá exigir al gobierno catalán la presentación previa de un calendario… que incluirá el proceso de cesión de poderes de forma definitiva y pacífica.
En el caso de que el Estado español no acepte la celebración de un referéndum o de una consulta, impida la celebración o no dé ningún valor a su resultado, la ANC apoyará las acciones de la Generalidad o del Parlamento encaminadas al logro de la independencia por vía de la Declaración Unilateral.
En caso de inhabilitación de nuestras instituciones de gobierno nacional, la ANC promoverá una Asamblea de Cargos Electos o Asamblea Constituyente para que proclame la Independencia…
Asamblea Nacional Catalana.
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Problemas de Catalunya, según encuesta CEO de la Generalitat, ¡en el año 2013!