lunes, 14 de septiembre de 2015

A raíz de la bandera tricolor en Alcorcón (3)

Otro aspecto de la cuestión es el ilusionismo y fantasía que se añade al símbolo de la bandera tricolor, considerada por muchos como la bandera republicana. Nadie recuerda que antes de la IIª República de 1931 llegó la Iª República Española de 1873, la cual tenía como bandera, una roji-gualda, muy parecida a la actual de la España democrática,- imagen en el lateral-. Y resulta que tampoco nadie recuerda los puntos oscuros, que también existen, amparados bajo todos los símbolos, como si llegaran a creer que solamente en la democracia actual existieran granos.

El tema de las banderas me interesa desde hace años, y una cosa que comprobé es que los símbolos pueden llevar a amparar grandes atrocidades, y lo que hoy viene más al caso, de los objetos o hechos simbólicos cada cual toma lo que quiere, el mismo símbolo provoca reacciones opuestas, porque cada persona tapa del mismo lo que no quiere ver. Sumen a lo anterior el que muchas veces un símbolo contiene o ampara hechos relevantes desconocidos para quienes lo abrazan. En mayo de 2011 escribí en ‘Arian seis’ ‘En defensa de la España democrática’, de las que anexo un extracto:

Siempre me sorprendió la defensa a ultranza de la II República por la progresía española, madura o joven, emparejado al rechazo de la democracia española, cuando comparativamente hablando, ésta ha conseguido mayores cotas de libertad, por mayor tiempo, en mayor número de personas y sectores sociales, con mayores logros de educación, sanidad y atención a los menos favorecidos, ancianos, enfermos, menores, minorías, con mayores dosis de justicia, de solidaridad e igualdad, que los conseguidos en aquellos años o en otros momentos.


Soy un defensor de la II República, cuyas enseñanzas y experiencias han formado una gran parte de mi bagaje humano, las luchas de sus gentes por conseguir superar miseria y represión y avanzar en aquellas condiciones infrahumanas de vida para grandes sectores de población. Creo que algunas ideas de entonces podrían considerarse de las más avanzadas de la época y que desde luego estaba en juego un nuevo modelo de vida y organización social. Pero aquella experiencia fue realizada entonces, durante pocos años y con resultados maravillosos para aquellos enormes atrasos, pero bastante alejados de los conseguidos hoy para la gran mayoría de la población. 


En todo caso deberían servir para defender aquella experiencia y ésta, no para elegir una de ellas en contra de la otra, ambas son mejores, aquellas luchas y alternativas a problemas influyeron en ésta actual, ¿por qué aquella aventura histórica es amada sin condiciones y ésta tiene amantes tan poco convencidos y tantos detractores? Yo no me atrevería a aceptar que el poder político de entonces tuviera mayor autonomía que hoy respecto a los poderes, económico, religioso y militar, ni que fuera más progresista que el actual. Las derrotas masacraron a lo mejorcito de la clase obrera y campesina, de la intelectualidad, investigadores, docentes universitarios, maestros, emprendedores, etc. etc. gentes despiertas, los más capaces suelen ser los de mayor compromiso, muchos ilustrados, buenos profesionales con sentido común y ansias de solidaridad y de mejora, sin duda ello colabora en la leyenda, el amor a esas gentes y la defensa de la II República.

La épica, los sueños revolucionarios, la forma de lograr sus avances, lo ético y estético de aquellas experiencias, han formado una película maravillosa, pero de vez en cuando para hacer honor a aquellos apasionados individuos hay que meter también la racionalidad para no tapar y negar las derrotas y negruras, que no solo fueron la guerra civil y posterior franquismo, hay que hablar de enormes represiones dirigidas por el gobierno republicano contra las fuerzas obreras y campesinas, en Casas Viejas 1933, en Asturias 1934, en montones de latifundios y pueblos, que llenaron de muertos calles y campos y de presos políticos las cárceles republicanas, con anarquistas y socialistas (había 30.000 mil presos en febrero del 36).

Normalmente en el imaginario colectivo de muchos izquierdistas se olvidan estas cuestiones, incluso olvidan quienes fueron los gobiernos republicanos. De 1931 a 1933 el gobierno burgués, ilustrado, democrático, pretendió la reforma agraria, el objetivo era asentar a 70.00 campesinos anualmente. En 2 años solo se dio tierra a 12.260. Pero además de 1934 a 1936 gobernó la oligarquía financiera y terrateniente, deshaciendo reformas, agraria, militar, educativa, hasta la victoria electoral del Frente Popular en febrero. Y el golpe de estado en julio de 1936.

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