viernes, 26 de junio de 2015

Alcorcón Municipales (12). Sin revulsivo en el PSOE

Dirigentes y militantes socialistas no se explican los resultados electorales, siguen perdiendo votos. En el pasado enmudecieron ante lo que ocurría, se quedaron sin habla, sin discurso, y sin exigir responsabilidades a sus dirigentes, y paralizados, les fue imposible analizar la crisis española sin criticarse a sí mismos. No es que el PSOE fuera culpable de la misma, -aunque tenía responsabilidades-, al no aclararse, no podían explicarla, al no poder explicarla a sus militantes y a la ciudadanía, quedaron manifiestamente incapacitados, sin relatos coherentes que pudieran hacer entendible el cambio de época que estamos viviendo.

Está por ver si encuentran un revulsivo para comenzar su recuperación a escala local, algo que no muestran los datos electorales, que ni siquiera parecen haber encontrado suelo ¿Por qué a pesar de su monumental derrota en municipales 2011 siguieron siendo incapaces de dar entrada a savia nueva que ayudara a regenerar el partido? Aquella ruptura de entonces, el partido se rompió en dos, sirvió para seguir actuando de la misma manera y no para revolverlo todo. El resultado, siguió cayendo en Municipales 2015.
  
En ‘Agitando izquierdas. Desde Alcorcón.’ Escrito en 2014 encontrará desarrollada la crítica al PSOE de Alcorcón, aquí dos páginas:

Reconocer errores supone rectificar, cambiar la forma de actuar

En Alcorcón, reconocer que ‘quizás el CREAA fuera un error’ es muy poca explicación para entender por qué los ciudadanos han retirado miles de votos en unas elecciones, -en cuantía muy superior aquí al resto de ciudades madrileñas, y cercana al doble de la media de pérdida de la Comunidad de Madrid-. Sin duda la crisis afectó a todo el socialismo, pero también ofrece poca duda que componentes locales alcorconeros pesaron en la pérdida de confianza del electorado socialista. Hay que avanzar en el análisis y ello no es posible sin abrir el partido, que ahora está cerrado, porque no solo se trata de decir nos equivocamos, se trata de transmitir que se ha entendido la desafección provocada por el funcionamiento que permitieron actuaciones erróneas; solo comprendidas, permitirá modificar actuaciones futuras. Podrían haber convertido el batacazo en oportunidad de cambio, abriendo puertas y ventanas a las opiniones de la ciudadanía, en el estilo de ‘tormenta de ideas de los indignados’, y no lo han hecho, perdiendo la ocasión de llevar razones concretas a la política, además de intereses ciudadanos.

Veamos ejemplos de rectificación que indicarían mayor atención prestada a lo sucedido y cuya aclaración indicaría mayor cercanía a modificar prácticas de funcionamiento político. El CREAA pudo ser una buena idea, intentaba generar una actividad económica, social, cultural… con fuerza diferencial en el sur de Madrid podía intentar ser icónica para un entorno de más de 2 millones de habitantes… buena idea y mal desarrollada; porque la decisión concreta no se discutió lo suficiente para realizarlo con mayores apoyos y la menor oposición; todo gran plan que pretende perdurar es conveniente realizarlo con la colaboración del resto de fuerzas políticas, o minimizando su oposición. En otra dirección, un proyecto del que se desconocen resultados, no debió empezarse mastodónticamente construyendo todos los edificios a la vez, pudo haberse iniciado una fase y no todos los edificios, previendo la posibilidad de ampliar en el futuro.

En cualquier circunstancia política o económica, acometer varios grandes planes de inversión simultáneamente, no está aconsejado por los estudios de riesgos, -salvo extremas circunstancias que deberían debatirse suficientemente- porque aumentan las posibilidades de tropiezos grandes ante giros de coyuntura, y aquí en Alcorcón estamos hablando precisamente de enormes realizaciones coincidentes en el tiempo. Al Ensanche Sur en marcha, se sumaron la construcción de una red de parking subterráneos, el macro-proyecto del CREAA, la construcción de centros cívicos, el mantenimiento habitual de la ciudad, parques, zonas infantiles, jardines, polígonos industriales, construcción del Centro Unificado y el Ensanche Norte… ¿A nadie le pareció demasiado en aquellas circunstancias? ¿Ítem más, acaso no es un error en sí mismo, entender la política como una gran lista de cosas a realizar?
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Al margen de que crisis y burbujas fueran visibles o no por las agrupaciones locales o autonómicas, en cualquier situación del ciclo económico, haber pretendido abarcar tanta amplitud desde un ayuntamiento de 170.000 habitantes forma parte de las equivocaciones del PSOE. El Ensanche Sur –uno de los mayores planes de vivienda pública de España- hubiera requerido varias legislaturas para su realización y consolidación, sin abrir al mismo tiempo nuevos frentes de construcción y dispersión de riesgos, no tenía sentido un proyecto de gran crecimiento del pueblo al norte cuando no estaba consolidado el gran crecimiento del sur. Eran tiempos en toda España en los que muchas personas soñaban crecimientos de población del 50%, ¿no estaba claro que doblar la población era una barbaridad, inconveniente, e imposible?

La red de parkings subterráneos pudo ser buena idea, -poco discutida ya que no asumida, resulta incómodo ver representantes de ‘los verdes’ en vídeos de movidas anti parking, al igual que carriles bicis que previamente discutidos, habrían mejorado sustancialmente evitando mucho sinsentido-. Parking bajo tierra, buena idea mal ejecutada, debió acometerse en fases, un parking nuevo tras vender suficientes plazas del anterior, nunca hasta llegar a acumular más de 4.600 plazas construidas sin vender. Las urbanizaciones y grandes obras de construcción, se edifican escalonadas en tiempo y ritmos de inversión y compromisos, tras consolidar ventas de una, se impulsa la siguiente que esté a medias, y se inicia otra. Se trata de no empezar todo a al mismo ritmo y comprometer esfuerzos aumentando riesgos, y eso tanto da estemos en una fase expansiva o recesiva del ciclo económico.

El error de comportamiento inapropiado no lo provoca el estallido de la crisis, con ella todo se trastoca y acrecientan los riesgos, pero el error es anterior, se conociera o no la existencia de una burbuja, el funcionamiento de los partidos era inadecuado democráticamente, e inapropiado para conseguir resultados eficientes social y económicamente. Lo que pusieron de manifiesto las movilizaciones de indignados no era solo el conflicto socialismo/capitalismo sino algo concreto que suelen ocultar las grandes discusiones ideológicas, la falta de democracia en partidos e instituciones apartaba a la ciudadanía de los debates y las decisiones. Y ya no era soportable.

Seguro que algunos pensarán que nadie en Alcorcón podría haber previsto la debacle posterior a la burbuja. Es cierto a medias, relativamente. Los partidos políticos deberían tener, dentro o fuera de ellos, suficientes conocimientos y recursos intelectuales para estar al día y poder enfrentar grandes problemas y desafíos, y deberían ser capaces de transmitirlos comunicando las perspectivas a todos sus militantes y cargos públicos de cualquier administración, de lo contrario no merecen gobernar. Aquí en 2007 el pinchazo era visible, en 2008 ya era evidente un giro extremadamente preocupante provocado por la desaparición del crédito y el desplome del precio de los activos, quedaba 2009 para intentar cambiar de rumbo, al menos para minorar el golpe, porque entonces ya era conocido el problemón bancario que llevaría aparejada la desaparición del crédito por muchos años, lo cual afectaría a todo el entramado de ilusiones, fueran Ensanche Sur, Norte, Parkings, CREAA… y quedaba 2010. No hubo cambio de rumbo, ni siquiera el programa electoral de 2011 contemplaba frenar, más bien al contrario, era una escapada hacia delante.

¿La deliberación, la decisión y representación política atañe a lo particular de los individuos o por el contrario debiera ser asunto colectivo? En todos los partidos tradicionales, las personas que los conforman, siguen actuando como si fueran feudos particulares, consideran mayoritariamente que sus problemas les atañen exclusivamente a ellos, los trapos sucios se lavan en familia. Claro que, entonces la respuesta lógica será: ¡si son suyos, que se queden con ellos, pero no busquen mi voto esperando que confíe en quien no lo hace en mí!; la confianza es mutua, no pidan que les acepten como elegidos, ni siquiera como elegibles, si ustedes no aceptan que los electores conozcan y participen de sus opiniones y debates en el grupo. Los electores quieren derechos de ciudadanía, de intervención, saber qué posturas mantiene cada elegible y por qué, muchos ciudadanos quieren participar en la construcción de opiniones y decisiones. Este es uno de los asuntos del por qué estamos aquí, tras el 15-M, y por qué surgió aquel grito de ¡NO NOS REPRESENTAN! 

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