miércoles, 15 de octubre de 2014

No, no, que no dimitan. ¡Échenlos!

Qué manía tenemos con la dimisión, eso conlleva cierto grado de dignidad que no cuadra con estos tipejos ¡Degrádenlos! como en el ejército. Que pasen a currar en un hospital, por ejemplo el Carlos III, a retirar los desechos de alguna habitación de enferma de ébola, por ejemplo la de Teresa.

La situación sanitaria va mejorando, pero aún quedan abiertos muchos interrogantes, ¿dónde se produjo el contagio y cómo? Porque la burda manipulación de ese individuo que sale a las cámaras diciendo que teresa le ha dicho que se tocó la cara, no es creíble, por muchas razones, ¿por qué Teresa al quitarse el traje no tuvo la pareja habitual de ayuda/apoyo?, ¿por qué no hubo cámara grabando hasta el final? ¿Por qué no hubo asesores de Médicos Sin Fronteras, en los primeros gabinetes de crisis? ¿Por qué no se contó con especialistas españoles que llevan muchos años peleando en África para determinar qué opciones podrían ser mejores?

Si queremos hacer algo positivo contra el ébola, los expertos dicen que mejor hacerlo en África. No tiene sentido poner todas las trabas del mundo a impedir la entrada en los países, en nuestros castillos, la movilidad planetaria es imparable, si no son las personas, serán las cosas, sino, los animales, todo circula a grandes velocidades en este mundo globalizado. Si la gente supiera cuantos miles de contenedores arriban a los puertos de cada país diariamente relativizarían el poder de las murallas como elemento de protección, millones de kilos de mercancías, y personas, y animales y virus, bacterias, etc. etc. entran en nuestros países. 

Así que mejor trabajar en África, que es el lugar donde más lo necesitan, donde puede ser más rentable económicamente, un hospital aquí para atender a unas pocas personas, puede costar lo mismo que varios hospitales de campaña allí para atender a miles, sanitarios, médicos y pacientes, también será más rentable socialmente atender a mayor número de gente y lo que es más importante enseñando in situ a la población a luchar contra la enfermedad. ¿Nuestro papel aquí?, exigir dedicar la ayuda externa necesaria y la presión interna a las farmacéuticas para investigar antídotos.

Políticamente quedan capítulos abiertos. Si yo fuera Oposición no se me ocurriría pedir la dimisión de la ministra y el consejero – ¿y el presidente de Madrid?-. Menudo chollo tener en el centro de gobierno de la crisis a dos personas tan inútiles y prepotentes, cuya sola imagen es sinónimo de peligro. Las barbaridades que dijo ese energúmeno con el desprecio propio de quienes se consideran los dueños y señores del cortijo, cuestan un chorro de cientos de miles de votos. Si yo fuera Gobierno, no esperaría dimisión, en el momento de soltar esas burradas le hubiera cesado. Claro que si fuera gobierno, no le hubiera elegido para tal cargo, porque quien elige tiene responsabilidad sobre el elegido.

PD. ¿Y el Ayuntamiento de Alcorcón donde ha estado? Incluso olvidando su parálisis inicial, ¿por qué no intervinieron en el colegio del que se apartó/excluyó al hijo de una enfermera? ¡No se puede consentir que la ceguera, el miedo y la falta de información estigmaticen a un niño y a su madre, una profesional sanitaria!

Cuando esos padres y madres y niños vayan al hospital a ser atendidos les decimos que no hay enfermeras porque nadie las quiere, porque fueron rechazadas por ellos.

lunes, 13 de octubre de 2014

La crisis de ‘ébola', podría estarse controlando



Han retirado de los primeros planos a la ministra Mato y al impresentable Consejero de Sanidad, el equivalente a ministro sanitario de la Comunidad de Madrid. Rajoy ha visto o le han hecho ver la magnitud de la crisis abierta, que los anteriores parecían negados a vislumbrar, a pesar de las presiones internacionales y nacionales, y por tanto era urgente la necesidad de sustituir y apartar a los inútiles e irresponsables. No otra cosa ha ocurrido con la formación del consejo/comité/órgano de coordinación, control y comunicación dirigido por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Sanitariamente la situación parece mejor enfocada:
1)    Ha costado entender que fue un error mayúsculo desmantelar el Carlos III, que era la institución que en principio existía en Madrid con mayores posibilidades de ser utilizada para enfermedades de este tipo. La comisión europea que ha visitado Madrid lo afirma en una de sus conclusiones, hoy no está adecuadamente preparado para hacer frente a una crisis de este tipo.

2)    La necesaria y adecuada información sanitaria parece empieza a circular, tratando de remediar las barbaridades cometidas por los responsables anteriores: Información adecuada a Teresa en contacto con el ébola, después de la muerte de los sacerdotes, pobre y chapucero seguimiento de los sanitarios que permitieron e indicaron a Teresa que siguiera haciendo vida normal, a pesar de sus llamadas telefónicas y prevenciones manifestadas, hasta derivarla al ambulatorio, médico de cabecera y posterior hospital de zona. ¿No hubiera sido lógico, simplemente de sentido común haberla requerido en el Carlos III y desde allí hacer el seguimiento?

3)    El sentido común estuvo ausente desde el principio porque en los despachos de la ministra Mato y el Consejero de Sanidad había demasiada chulería, se minimizaron los riesgos, se pensó que aquello era una simple incidencia que la Virgen ayudaría a resolver. No tenían ni idea, y en su incompetencia tampoco consultaron con los especialistas, total para qué, sí aquello era inofensivo, pero para ellos.

4)    Sin información y sin decisiones de ningún tipo a la ambulancia que traslada a Teresa de su casa al Hospital de Alcorcón, vehículo que sigue transportando después varios enfermos, hasta que al cabo de varias horas alguien toma una decisión. ¿En dónde estaban los responsables?

5)    Hospital de Alcorcón, urgencias, sin información y sin medios adecuados para atender un caso de este calibre al médico que durante horas atendió a Teresa en una clara manifestación de los síntomas de ébola, que mostró una nula capacidad de tomar decisiones urgentes por parte de la ministra y el consejero que dejaron durante horas a Teresa en Alcorcón, sin la necesaria urgencia de traslado al Carlos III; sin información durante días sobre la limpieza de urgencias.

6)    Sin información a los vecinos en las viviendas de San José de Valderas, colindantes con la de Teresa, sin dotaciones de limpieza inmediata. Nadie sabía nada, ningún responsable sanitario que se precie debe permitir que circulen los rumores y el miedo libremente, y sin información veraz y sin tomar decisiones inmediatas las dudas y el miedo encuentran terreno libre para correr.

7)    Parece que ahora empiezan a circular rápidamente informaciones con credibilidad, se atiende a las personas que tuvieron contactos con posibles enfermos de una manera cercana, lo cual permitirá abordar los problemas que surjan a tiempo de evitar males mayores y se revisan actuación es y protocolos.

     Vean la carta siguiente publicada en Huffingtonpost España

Carta de un médico español experto en ébola desde Sierra Leona. Jota Echevarría.Freetown (Sierra Leona) 7 de octubre de 2014.

Soy un médico español en Sierra Leona trabajando con una ONG en el tema del ébola que, como ya saben, está azotando a una parte de África desde hace más de 6 meses, y que ahora, desgraciadamente, ha llegado a España. Se trata del primer caso de contagio directo de ébola fuera de un país africano en la historia de la enfermedad.

Estamos poniendo en marcha en Bo, que es la segunda ciudad del país, un centro de aislamiento y tratamiento de pacientes de ébola, casos sospechosos y confirmados, que son acogidos en el centro en cuanto aparecen los primeros síntomas, generalmente fiebre, que es cuando la enfermedad empieza a ser potencialmente contagiosa. A los pacientes se les hace el correspondiente test y los cuidamos hasta que tenemos el resultado del laboratorio. Si es negativo, el paciente se va a casa, pero un equipo sanitario les visita a diario y hace un seguimiento del paciente y sus más allegados durante 3 semanas. En caso de que el resultado del laboratorio sea positivo, se inicia el cuidado intensivo y tratamiento del paciente.

Así funciona esto en un país donde hay, hasta el momento, más de 2.400 casos positivos y casi 700 muertes, según informes del Ministerio de Salud. Aunque probablemente sean más, porque las comunicaciones no funcionan muy bien y es posible que haya muchos casos que se pierden. Ya es sabido, gracias a la gran difusión mediática de este problema, que cada persona infectada puede infectar de 2 a 6 personas.

Señora ministra de Sanidad, con todos mis respetos, algo ha fallado. Y sinceramente, creo que las informaciones que se están dando en los medios de comunicación en España sobre el triste y lamentable caso de la colega infectada, sin dejar de ser ciertas, no son del todo exactas. Aquí, en el terreno, donde se vive el día a día de esta enfermedad, tenemos otra manera de ver las cosas, y seguramente otras respuestas muy diferentes a las que el Gobierno y algunos colegas están dando.

No es mi intención angustiar a nadie ni crear situaciones alarmistas, pero se está maquillando la verdad. O no se están diciendo las cosas claras. No quiero creer que sea a propósito, prefiero pensar que es por desconocimiento del tema, y por no saber muy bien de lo que se habla.

Usted debe tener conocimiento a estas alturas de que los equipos de protección personal, técnicamente llamados PPE (Personal Protection Equipment, aunque los llamaré trajes, para abreviar) que se usaron como protección no eran los adecuados para esta enfermedad. Como ya debe saber, la OMS tiene diferentes grados de protección según la enfermedad a la que se hace frente, y el ébola requiere el nivel más alto de protección por su gravedad, su alto riesgo de contagio y, sobre todo, por el poco conocimiento que los profesionales tenemos de la misma. El traje adecuado aísla completamente del entorno, no hay ni una micra de piel sin protección, sin cubrir, y algunos de los elementos son dobles, como es el caso de los guantes.

Los compañeros que entran regularmente a una zona de riesgo, zona de aislamiento o que puedan estar en algún momento en contacto con pacientes sospechosos o confirmados, además de llevar el traje, reciben un entrenamiento de 2 semanas en un centro adecuado y por profesionales cualificados. En nuestro caso, aquí en Sierra Leona, es Médicos Sin Fronteras quien nos da el entrenamiento, probablemente los profesionales con más y mejor experiencia, los que mejor saben tratar y gestionar el ébola.

Las medidas de protección son muchas más que el traje de protección, y se llevan a efecto constantemente (espray con agua clorada, recipientes para lavado de manos con agua clorada en cada esquina, desinfección con este mismo tipo de agua para suelas de zapatos, etc.). Solo para darle una idea: la colocación correcta del traje (PPE) lleva unos 10 minutos, y la retirada del mismo es un proceso de unos 20 a 25 minutos donde se siguen estrictamente unos pasos ordenados y bajo la supervisión de dos personas: una, continuamente desinfectando con espray; y otra, recordando los pasos que hay que seguir. Incluso los más expertos en el tema, los que entran a diario en las zonas de riesgo varias veces -porque no se puede estar con un traje de este tipo más de una hora por peligro de deshidratación-, incluso los más habituados al largo y tedioso proceso de poner y quitar el equipo de protección personal, se olvidan a veces de algún paso o se equivocan en el orden de los procesos y protocolos, y eso puede llevar al contagio.

Para muestra un dato: más del 90% de los trabajadores de salud infectados (que son muchísimos), se infectaron por no seguir los protocolos adecuados o por no llevar el traje adecuado, todos por fallo humano. El otro 10% se contagiaron fuera del entorno de trabajo, por algún familiar, relaciones sexuales, etc.

En fin, no quiero aburrirles más, pero es todo muy complejo y no es de extrañar que lamentablemente haya habido un contagio. Ojalá que se quede solo en eso y se aprenda de los errores (si los hubo) y, por encima de todo, que todo vaya bien para la colega infectada.

Atentamente. Dr. Jose Maria Echevarría

sábado, 11 de octubre de 2014

Razones por las que no debe cundir pánico

Por qué los expertos no tienen miedo al ébola: 11 razones por las que no debe cundir el pánico en España. EL HUFFINGTON POST | Por Gloria Rodríguez-Pina. 07/10/2014

"Con aislamiento y control de los contactos, estas epidemias en Europa son contenibles". Este es el mensaje que ha transmitido en la mañana del martes el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del complejo hospitalario La Paz-Carlos III, José Ramón Arribas, después de que este lunes se supiera que una auxiliar de enfermería había contraído el virus en Madrid.

El hipocondríaco que hay en nosotros, sin embargo, empieza a ver el ébola en todas partes. Que no cunda el pánico. El jefe de servicio de Epidemiología del Hospital Clinic de Barcelona, Antoni Trilla, tiene un mensaje para ti:

"Tranquilo, tu vida ha de ser igual de feliz o igual de triste que ayer. Esto no cambia esencialmente nada, y a pesar de que hay mucho ruido mediático –lógico- y las informaciones pueden ser un poco contradictorias o un poco difíciles de entender, la biología del virus, su manera de reproducirse y las condiciones en España hacen que el riesgo para la población general sea absolutamente negligible, o sea, despreciable. No existe".

Los expertos están tranquilos, y estas son las razones por las que no tienen miedo al ébola:

1. En España no hay ébola. "La población general sale a la calle, pasea, come, compra, va al fútbol, y no hay ningún riesgo de que se contagie por ébola. Aquí no hay ébola, no hay el reservorio del virus [en este caso, una especie de murciélago africano que solo en situaciones muy concretas puede contagiar al hombre], no hay nada. Lo único que hay es un paciente, y es personal sanitario". Así de fácil lo ve el doctor Trilla, el hombre que ha puesto en marcha el protocolo de actuación para fiebres hemorrágicas, como el ébola, en el Clínic de Barcelona, que es el de referencia en Cataluña.

2. Tú no eres población de riesgo (si no eres sanitario). Ha habido un contagio, pero precisamente dentro del tipo de población de riesgo, que es el personal sanitario que tiene línea directa con la única fuente posible de contagio: un paciente con ébola. "Intentamos protegernos con trajes, medios de protección y todos los protocolos, pero el riesgo no es cero y muy desafortunadamente en esta ocasión algo ha fallado y se ha producido el contagio", explica Trilla.

3. El virus no se transmite por el aire. Si lo hiciese, "sí sería muy peligroso", según Fernando Almazán, científico experto en virología del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CISC. "El virus nunca está libre. Este no es un virus que se transmita por el aire y pueda quedar flotando por ahí. Es un virus que necesita un reservorio animal que no tenemos aquí", insiste el doctor Trilla. El virus solo vive en la persona que lo tiene, y la única forma en que se transmite es a través de un contacto directo con secreciones y fluidos, especialmente la sangre.

4. Solo las personas que ya presentan síntomas pueden contagiarlo. Esto significa que aunque la paciente ingresada haya estado con otras personas, solo deberán ser vigiladas y controladas aquellas con las que haya tenido contacto directo próximo y prolongado desde que empezó a tener síntomas, que según se sabe, fue el 30 de septiembre, cuando al tener fiebre acudió por primera vez al médico. Son su marido, el personal sanitario que la atendió, y poco más. Si alguien se la ha cruzado en la calle o en la panadería, o se ha sentado a su lado en el autobús, no habría intercambiado fluidos orgánicos con ella y por lo tanto, no tendría riesgo de contagio.

5. Se contagia por contacto directo a través de secreciones. Sobre todo la sangre, pero también otras como la saliva, orín, heces, vómitos. "La carga viral que puede haber en el sudor, en el contacto de las manos, es muy baja", explica Almazán. ¿Y un estornudo? Ahí sí habría riesgo, pero la persona debería estornudarte a la cara y que tú lo respirases directamente, porque "si se queda en el ambiente el virus se muere".

6. En superficies como una mesa o la barra en la que te apoyas en el metro, el virus se muere. "No tiene la estabilidad del virus de la gripe, por ejemplo, o cualquier otro virus fuera de un organismo", asegura el virólogo del CSIC, que añade: "En este aspecto la transmisión es mucho más baja, si no se habrían infectado muchas personas. Manteniendo los protocolos no debe pasar nada, aunque siempre hay accidentes, o un mal uso de los mismos".

7. Los fluidos con mayor carga viral son los de enfermos en fase final. Aunque es cierto que la paciente ingresada podía empezar a contagiar el virus a quienes tuviese muy cerca a partir del 30 de septiembre, cuando empezó a tener fiebre, el riesgo de contagio aumenta conforme avanza la evolución y los síntomas de la enfermedad. "Enfermos en fase terminal y muertos son los que más carga de virus tienen, mientras que enfermos en las fases iniciales, con fiebre y quizás malestar general, son los que menos carga de virus tienen", explica Trilla, que cree que la auxiliar de enfermería se encontraba en un periodo muy poco sintomático y por tanto poco contagioso.

8. La tasa de contagio en las peores circunstancias en África es del 16%. El dato lo ha dado el doctor Arribas en rueda de prensa y ha explicado que cuando habla de "peores circunstancias", se refiere a las que se dan en muchos casos en África: familias que comparten casa y comida con los enfermos, y celebran ritos funerarios que incluyen un fuerte contacto con los fallecidos. "Si se examinan un poco las condiciones en África y las de aquí, empezamos a descontar factores por un lado y costumbres por otro, entonces aquí la tasa tendría que ser cero coma cero cero algo, para entendernos, un riesgo de contagio que no es cero, pero es altamente improbable", deduce el doctor Trilla, que advierte no obstante que no hay ningún estudio lo suficientemente largo que lo haya investigado.

9. Como el riesgo nunca es cero, se ha puesto en marcha el protocolo de vigilancia y aislamiento. En estos momentos están en "seguimiento continuo" 22 contactos de la auxiliar contagiada, entre personas de su entorno y profesionales que la atendieron en el hospital de Alcorcón, y su marido está ingresado para mayor control. Además, se está siguiendo a otros treinta miembros del personal sanitario que atendieron al misionero fallecido.

10. Los hospitales de España están preparados para tratar el virus.Fernando Almazán trabaja con el letal coronavirus SARS -que en 2002 mató a unas 8.000 personas de una neumonía atípica-, en un laboratorio con un nivel de seguridad 3, muy alto, con sistemas de filtrado de aire, de agua, con una presión negativa para que no salga ni entre ningún elemento del laboratorio. Allí tienen que ir con escafandra y con respiración asistida para evitar cualquier tipo de contacto, los trajes se esterilizan y al entrar y al salir se duchan. Cuando se le pregunta si los hospitales donde se tratan enfermos de ébola deberían ser así, tiene claro que no es necesario el mismo nivel de seguridad. Según él, los sanitarios se deben proteger con trajes, guantes y mascarilla o escafandra, pero la dosis viral en la vida real es menor de la que él tiene en su laboratorio. Personal sanitario de Madrid se ha quejado, sin embargo, de la precariedad de sus recursos.

11. Es un virus muy letal, pero sobreviven 4 o 5 personas de cada 10. La tasa de letalidad del virus es de entre el 50 y 60 %, quizás algo más por los casos que no han llegado a los hospitales y no se han registrado, según Miriam Alía, enfermera y experta en ébola de MSF. O en otras palabras, la tasa de supervivencia es de entre el 40 y 50%. La clave es tener al paciente ingresado desde que aparecen los primeros síntomas, y aplicarle un tratamiento sintomático y de apoyo intensivo para que pasen los días y su sistema inmunológico desarrolle anticuerpos del virus. Si todo va bien, unas dos semanas después puede haber conseguido vencerle.

BONUS. El doctor Trilla no está preocupado, igual que el científico Almazán. Pero es importante, dice Trilla, que el Ministerio "elabore lo más rápido posible un informe transparente, riguroso e independiente sobre las condiciones que existen en el hospital y en el personal sanitario para determinar si efectivamente hay fallos o no hay fallos. Hay que garantizar que los protocolos y el material del que disponen son los correctos". Si todo está bien, esta debería ser una cadena de contagio corta que empezase en el fallecido misionero Manuel García Vallejo y terminase con la auxiliar de enfermería que le trató y se infectó. "A partir de aquí no hemos de esperar más casos. Lo lógico es que no haya más", afirma tranquilo.

jueves, 9 de octubre de 2014

El ébola y la paranoia.Peligros de incompetentes


El ébola es menos contagioso que la paranoia. Juan Soto Ibars. 08.10.2014

Tras el contagio de la enfermera, la confianza de los ciudadanos en el Ministerio de Sanidad es mínima y, de rebote, desconfiamos de las posibilidades de contener la enfermedad para un hospital castigado por los recortes, la cutrez y la tacañería. En esta situación, el contagio de la enfermera no es sólo una desgracia: es un crimen cuyos culpables últimos no paran de repetir, allá donde les calzan un micrófono, que los protocolos de seguridad se han cumplido en todo momento.

Ellos quieren achacar a un fallo humano el contagio, pese a que la enfermera advirtió que tenía fiebre después de tratar al cura infectado y aun así la mandaron de vacaciones. Como en el accidente del Alvia, la versión oficial será que la fatalidad se encuentra en el eslabón más bajo de la cadena, el trabajador. Pero ni aquel accidente ni este contagio habrían sucedido si el sistema garantizase la seguridad. Vías de tren a medio hacer o un hospital que agoniza de austeridad son dos caras de la misma moneda.

La ministra Ana Mato invoca a la Organización Mundial de la Salud para teñir de glamour internacional una cutrez típicamente española. Habla de protocolos, y recuerdo también, porque viene al caso, la tragedia de una familia con un hijo tetrapléjico a la que desahuciaron porque no cumplían uno de los requisitos legales para frenar el proceso. Cualquiera habría entendido la necesidad de mantener en casa a esa gente pero, desde los tiempos de Larra, en España pesa más una casilla del formulario que el sentido común. Y el contagio y posteriores vacaciones de la enfermera tienen mucho de esto: tenía una fiebre inferior a los 38ºC de la casilla.

Yo no me opuse a que los misioneros vinieran a España, y me harté de decirlo en las redes sociales. Me parecía que personas tan valiosas y sacrificadas debían recibir la mejor atención médica y había visto cómo están los hospitales de Liberia. Yo confiaba en que los dirigentes sabían lo que estaban haciendo, y me equivoqué. Ayer, tras el contagio de la enfermera, leí muchos testimonios de trabajadores del hospital Carlos III de Madrid que se quejaban de la escasísima formación que han recibido.

Pese a sus mensajes tranquilizadores y sus invocaciones a la OMS, sabemos que todo se ha hecho a matacaballo, de cualquier manera, sin medios, sin preparación y sin sentido común, y ya no nos creemos casi nada de lo que diga la ministra

Descubrí a qué se refiere un político español cuando se llena la boca con protocolos de seguridad: enfermeros tomándose unos a otros la temperatura, trajes de protección por debajo del estándar recomendado y un sinfín de fotos de la famosa planta desmantelada del hospital, con biombos y cinta americana a modo de presas de contención.

Los medios internacionales se muestran estupefactos. Médicos y enfermeros del Carlos IIIllevaban semanas advirtiendo de estas deficiencias que se encuentran en su trabajo. Pajares se fue sin contagiar a nadie. No me cabe duda de que los trabajadores sanitarios tuvieron un cuidado exquisito con el segundo misionero, pero es común que a la segunda se baje la guardia.

Ahora estoy asustado. No por el ébola, una enfermedad con una tasa de contagio relativamente baja, sino por el pánico popular, que se expande a toda velocidad. Desde ayer, las redes sociales se han llenado de alarmas, de susto y, lo más peligroso, de informaciones poco contrastables.

Voy a poner un ejemplo y estoy seguro de que usted lo entenderá: yo abro mi nevera de casa, coloco en un estante un par de tuppers como los que la gente lleva al trabajo y pongo al lado unos tubos de ensayo llenos de kétchup. Hago una foto, la subo a Twitter y escribo: “Así es como ‘aíslan’ las muestras de sangre de los misioneros en la planta desmantelada del Carlos III”. Después de ver las fotos que estamos viendo, ¿qué credibilidad tendría la mía? Sospecho que demasiada. En pocos minutos, el retuiteo la mandaría a todas partes y quien la viera quedaría contagiado.

Otro ejemplo: cojo la foto de una mujer de 45 años (la edad de una enfermera) en la discoteca de un pueblo costero. Le pixelo la cara y digo: “La enfermera, a los tres días del contagio, bailando en una discoteca abarrotada”. En Twitter, como dice la canción, dinamita pa’ los pollos.

En este momento estamos suficientemente paranoicos como para que nos la cuelen por todas partes los desaprensivos de la red

Por más que las autoridades desmintieran estas fotos, las imágenes seguirían contagiando a cuantos internautas las vieran. La culpa sería mía, por cabrón, por bromista, pero la responsabilidad final, como en el caso de la enfermera contagiada, sería de las autoridades. Porque, pese a sus mensajes tranquilizadores y sus invocaciones a la Organización Mundial de la Salud, sabemos que todo se ha hecho a matacaballo, de cualquier manera, sin medios, sin preparación y sin sentido común, y ya no nos creemos casi nada de lo que diga la ministra.

Por el contrario, cualquier información con una pinta independiente, es decir, cualquier cosa que no pase por los medios, que nos llegue por la ventana abierta de las redes sociales, nos parecerá mucho más fiable. “Esto es lo que no quieren que sepamos.”

Así que quiero aprovechar este espacio para llamar a los lectores a que tengan mucho cuidado con lo que retuitean. Los trabajadores de los hospitales están publicando testimonios sobre lo mal que se han hecho las cosas. Ellos merecen toda la credibilidad que no se han ganado Ana Mato y su camarilla. Pero ojo: en este momento estamos suficientemente paranoicos como para que nos la cuelen por todas partes los desaprensivos de la red. En estas condiciones, el contagio del ébola es menor que el de los bulos, y hay que andar con traje de protección de nivel 4 cuando se abre el ordenador.

Al mismo tiempo, animo a los compañeros de los medios de comunicación a que reproduzcan los testimonios contrastados de los trabajadores. Hay que combatir el alarmismo, pero esto ya no se puede hacer alineándose con los mensajes tranquilizadores y vacíos de los responsables de este contagio. Si los medios no respaldan la visión de los trabajadores del hospital, perderán su credibilidad y abrirán las puertas a la oleada mentirosa de blogs, fotos de Twitter y demás focos de contagio de la paranoia. 

martes, 7 de octubre de 2014

Gobierno PP, que peligroso es ¡Inútiles de mierda!

En Alcorcón tenemos miedo. Como para no tenerlo. El ébola entró en España, traído por el Gobierno del PP, bajo la responsabilidad de Ana Mato, ministra de sanidad, muchos pensaron entonces ¡Que Dios nos coja confesados! Comienza el segundo capítulo de esta trágica historia con su contagio en Alcorcón. España tiembla, Europa tiembla, otra vez con la incompetencia de un gobierno PP.

Un nuevo desastre se avecina, como el Prestige, pero muchísimo más peligroso para los seres humanos. Empezamos a temblar por lo gravísimo que es y por los inútiles de mierda que gobiernan, cada día más iguales a los personajes del Tebeo de aquellos años.

Un virus del que no existe fácil control ni tratamiento conocido se trae a España y se difunde por las múltiples personas que entran en contacto con el problema. No es para preocuparse, decía Ana Mato entonces. Todo está controlado y asegurado, decía ‘Otilio’ o cualquier otro. Los trajes eran nivel de seguridad 2, cuando debían ser del 4, guantes cogidos con cello, los desechos del tratamiento, salían por las mismas puertas, ascensores, pasillos… que el resto; las personas, sanitarios, auxiliares, médicos, que atendieron aquella excepcionalidad no estaban única y exclusivamente dedicados al tratamiento del mortal virus, al tiempo, seguían realizando su actividad normal.

Nadie se explica que el personal sanitario que atendió el ébola en el Carlos III, al día siguiente, y posteriores durante un período prudente, no estuvieran en cuarentena, controlados. Nadie se explica que al menor signo posible de fiebre una sanitaria que atendió directamente el ébola, no fuera evacuada en cuarentena. El personal del Hospital de Alcorcón se manifestó esta mañana, tiene miedo, tenemos miedo, nadie avisó, nadie sabe cómo tratar a quienes tienen síntomas ¿Cuánto tiempo estuvo alojada la portadora del virus en el hospital de Alcorcón? ¿Cuántos individuos la atendieron, médicos, enfermeras, analistas, porteadores de fluidos corporales… ninguno de los cuales conocía el hecho de que estuviera tratando un caso de ébola? ¿Qué relaciones mantuvo con el personal de limpieza hospitalaria, de habitación, de ropas de cama, de ropas personales…?

¡Todo estaba controlado, dijeron, sin riesgos, dijeron! Pero la gente que atendió en Alcorcón a la portadora del ébola no sabía que lo tenía, y ahora no sabemos cuanta gente entró en contacto con ella en esos días descontrolados, ni cuanta gente en segundo nivel, entró en contacto con la gente que se relacionó con la portadora inicial.


Gobiernan unos incompetentes e irresponsables que no fueron capaces de organizar con seriedad, profesionalidad y rigor, un nivel de prevención para tratar un virus mortal, que se permitieron traer a España y lograr su difusión, bajo el paraguas de una operación aparentemente humanitaria que pretendieron utilizar para lograr réditos electorales.

lunes, 6 de octubre de 2014

El ébola no se transmite por el aire

Nociones básicas para entender las noticias sobre el brote del virus ébola

Por Javier Peláez | Cuaderno de Ciencias – dom, 3 ago 2014

Desde que a principios de año se detectaran los primeros casos en Guinea hasta nuestros días y utilizando los datos más actualizados, se han contabilizado un total de 1220 personas infectadas en lo que ya se puede calificar como el brote de ébola más mortífero registrado en toda la Historia.

Se elevan a más de 670 las muertes desde su inicio, lo que arroja una tasa de mortalidad aproximada del 55% habiéndose extendido a los países vecinos de Sierra Leona y Liberia, aunque en las últimas horas también se ha registrado un fallecimiento en un hospital de Lagos en Nigeria y otro de los afectados ha viajado para ser tratado en Estados Unidos.

Es hasta cierto punto comprensible que en estas últimas semanas los medios de comunicación de todo el mundo hayan llenado sus portadas con multitud de noticias, números y titulares alertando de las consecuencias de este terrible virus.

Sin embargo, más allá del temor que estos titulares han despertado en el público en general, se hace necesario acompañar a estas noticias con más divulgación científica para que los lectores comprendan mejor la situación y estén mejor informados.

Por ello he pensado que sería interesante ofrecer un artículo con la información más actualizada que disponemos, con el mayor rigor posible y sin sensacionalismos, sobre lo que la Ciencia sabe sobre el ébola, las claves para entender mejor su funcionamiento y a qué nos enfrentamos en realidad.

Y para empezar, lo mejor es siempre hacerlo por el principio… 1976

En ese año, y a lo largo del cauce del río Ébola en la actual República Democrática del Congo, se detectaron los primeros brotes del virus. No sabemos cómo se produjo el primer contagio o quién fue lo que los investigadores llaman “el paciente cero”. Lo que sí sabemos es que los primeros informes ya hablaban de un microorganismo “morfológicamente similar al virus de Marburgo pero inmunológicamente distinto”

En nuestros días hemos descubierto que el virus del ébola pertenece a un género que engloba en realidad cinco especies diferentes: Bundibugyo ebolavirus (BDBV), Reston ebolavirus (RESTV), Sudan ebolavirus (SUDV), Taï Forest ebolavirus (TAFV), y Zaire ebolavirus (ZEBOV), de las cuales éste último, el Ébola Zaire ZEBOV, es el más peligroso llegando a una tasa de mortalidad del 90% de los pacientes infectados.

¿Cómo funciona este virus?

Tenemos ya numerosas evidencias que identifican a los murciélagos como el foco más probable de infección. No podemos asegurarlo con total seguridad pero ya existen multitud de estudios científicos que indican que el ciclo natural del virus se inicia en murciélagos y mediante zoonosis se transmite a otros mamíferos incluidos antílopes, chimpancés, gorilas (en 2006 la revista Science informó de la muerte de 5000 gorilas a causa del virus ébola) y de ahí termina transmitiéndose a seres humanos.

Una vez que el paciente es infectado por el virus, los primeros síntomas son muy difíciles de identificar. Comienza el periodo de incubación, que habitualmente dura cuatro o cinco días, en el que te sientes apático, sin fuerzas, con fiebre y dolores musculares y de cabeza… unas pistas demasiado débiles que no ayudan a su temprana detección.

Sin embargo, tras esos breves días de incubación, el virus se manifiesta con fuerza y se inicia una rápida enfermedad infecciosa conocida como “Fiebre hemorrágica del Ébola”… Es muy contagiosa y alcanza un alto porcentaje de mortalidad una vez se ha iniciado la pérdida de sangre, tanto interna como externa.

¿Cómo se contagia entre humanos?

En primer lugar me gustaría decir cómo NO se contagia para evitar equívocos y malos entendidos: El ébola no se contagia por el aire ni por la picadura de insectos o mosquitos (como la también terrible malaria de la que ya hemos hablado en alguna ocasión en este blog).

El virus se contagia mediante los fluidos corporales: sudor, lágrimas, saliva, vómitos, semen, sangre…

Esto tiene importantes consecuencias sobre todo por los ritos sociales existentes en las zonas africanas que son los focos más habituales del virus.

Como bien indica Ignacio López-Goñi, Doctor en Biología y profesor de microbiología y virología en la Universidad de Navarra, las costumbres funerarias en África suelen incluir despedidas familiares muy efusivas: Se realiza un velatorio que suele durar varios días antes del entierro en el que los familiares abrazan y besan el cadáver, lo que implica que si el fallecido estaba infectado con el virus, éste se transmitirá rápidamente entre los asistentes y la tribu.

El siguiente foco de infección son por supuesto los Hospitales. Debido a la difícil detección temprana de la enfermedad (los síntomas se pueden confundir con muchas otras patologías) cuando un infectado llega a un centro hospitalario puede contagiar a otros enfermos y al personal sanitario que lo atiende si no se toman las precauciones adecuadas.

¿Hay cura? ¿Tenemos alguna vacuna contra el ébola?

Lamentablemente aún no tenemos ningún tratamiento efectivo contra el ébola.

Cuando una persona es diagnosticada lo más urgente es aislarla para que no propague la enfermedad en su entorno y seguir las indicaciones y precauciones que la OMS ha publicado para intentar minimizar los daños. Es muy importante un tratamiento perfectamente controlado de los residuos y fluidos corporales del paciente puesto que suponen un alto riesgo de contagio entre el personal médico que lo trata.

A continuación es fundamental mantener bien hidratado al paciente y vigilar su presión sanguínea mediante anticoagulantes ya que la muerte se produce por hemorragia y shock cardiaco al no llegar suficiente sangre al corazón.

¿En qué estado están las investigaciones más avanzadas contra el virus del ébola?

Como decimos aún no existe ninguna cura ni vacuna efectiva contra el ébola, sin embargo no todo son malas noticias ya que existen diversos equipos de investigación centrados en encontrar una solución.

El proyecto más ilusionante en este sentido lo están llevando a cabo investigadores del U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Diseases que ya han desarrollado una primera vacuna experimental contra el Reston ebolavirus que ha mostrado ser efectivo en ratones y primates en un estudio en el que se recuperaron el 43% de los infectados… Son buenas noticias pero solo es un primer paso, aún estamos lejos de conseguir una vacuna efectiva contra el ébola en humanos.

¿Debo preocuparme ante las noticias y titulares que he leído en la prensa y en internet?
Los brotes de ébola son rápidos, mortales y muy llamativos para la prensa. Sin embargo ninguno de las cinco especies de virus del ébola ha evolucionado para adaptarse al ser humano por lo que las epidemias terminan cuando fallece el último infectado. Si se rompe la cadena de transmisión con medidas de aislamiento y se cuida estrictamente el contacto con los pacientes infectados, los brotes terminan rápidamente ya que el virus no tiene dónde volver a incubar.

Respecto al ébola, y citando nuevamente al Dr. López-Goñi, “es un asunto del que hay que ocuparse pero no alarmarse sin razón”. Ni parece probable que este nuevo brote iniciado en Guinea se convierta en pandemia y mucho menos provoque cientos de miles de muertes como anuncian algunos titulares apocalípticos.

En la actualidad, el ébola es un virus serio y letal pero no es ni de lejos la mayor preocupación de África. Otros problemas como la pobreza o el hambre, otras enfermedades como la malaria son los verdaderos enemigos del continente y no llenan tantos titulares en los periódicos porque simplemente parece que nos hemos acostumbrado a ellos, a pesar de que son mucho más mortíferas.La malaria mata cada año aproximadamente a dos millones de personas en todo el mundo y, tristemente, no parece que llame tanto la atención de los medios…

Confirmado el ébola en Alcorcón?

Una auxiliar de enfermería que atendió a un misionero en Madrid da positivo por ébola
La segunda prueba que se le ha realizado ha confirmado el positivo por el virus
El de esta auxiliar de enfermería es el primer caso de trasmisión local de la enfermedad que se da en Europa
Sanidad ha convocado un gabinete de crisis






Una auxiliar de enfermería que atendió al misionero fallecido García Viejo, contagiada de ébola

http://www.elmundo.es/madrid/2014/10/06/5432bb62e2704e347a8b4577.html
  • Se trata de una de las sanitarias que trató al religioso Manuel García Viejo que falleció en el Hospital Carlos III el pasado 25 de septiembre

viernes, 3 de octubre de 2014

Hasta aquí hemos llegado


Hasta aquí hemos llegado. Patxo Unzueta.24-09-14
…/… El resultado ha confirmado la idea de que, en un contexto democrático, todo referéndum sobre la independencia divide de manera cortante a la sociedad, estableciendo fronteras antes inexistentes en múltiples ámbitos, incluyendo el familiar, el laboral y el vecinal. Y produce demasiados derrotados, casi nunca menos del 40%, y sobre un asunto considerado vital por los llamados a decidir.

Ha ganado el no pero podía haber ganado el sí, dependiendo de factores coyunturales o aleatorios. Por ejemplo, del deseo de cambio de muchos votantes no independentistas que vieron en el referéndum una ocasión para librarse del Gobierno conservador. Es desproporcionado provocar la ruptura de un Estado secular por algo que puede cambiarse cada cinco años...

Cataluña demuestra que el hecho de no ser vinculante jurídicamente no impide que sus promotores lo consideren políticamente irreversible, si ganan. Por algo lo consideran expresión del “derecho a decidir”, no a opinar. Y si se trata de conocer las preferencias de los ciudadanos, un referéndum consultivo es un procedimiento muy imperfecto de medición porque la aparente claridad del sí o no, todo o nada, no recoge la pluralidad de posiciones realmente existente. Y porque se presta a manipulaciones como la de las dos preguntas enlazadas…

Presentan la votación como una simple encuesta para conocer la opinión de los ciudadanos, pero a la vez como un derecho democrático indiscutible; y con apariencia de legalidad mediante el expediente de redactar una ley ad hoc que sin embargo no entra en lo sustancial: sobre qué asuntos en concreto puede la Generalitat convocar una consulta y, específicamente, si puede hacerlo sobre la independencia.

Un referéndum sirve para ratificar acuerdos pero no para arbitrar desacuerdos, argumentaba recientemente Javier Pérez Royo(ElPeriódico, 13-9-2014). Es la clave de la cuestión. Los gobernantes no pueden pasar la pelota al público para que dirima lo que ellos son incapaces de resolver por los medios propios de la política democrática: deliberación, acuerdo, ratificación. Pero tampoco es acertado limitarse, como Mariano Rajoy, a decir que el referéndum planteado es ilegal. Lo es, pero para hacer frente a la demagogia del “no nos dejan votar” sería conveniente compaginar esa firmeza con una oferta de negociación sobre mejoras en el autogobierno que pudieran luego ser incorporadas al Estatuto de autonomía y ratificadas en referéndum. …/…