martes, 6 de mayo de 2014

Debate y decisiones deben ser asunto colectivo

¿La discusión, la decisión y representación política atañe a lo particular de los individuos o por el contrario debiera ser asunto colectivo? En todos los partidos tradicionales, las personas que los conforman, siguen actuando como si fueran feudos particulares, consideran mayoritariamente que sus problemas les atañen exclusivamente a ellos, los trapos sucios se lavan en familia. Claro que, entonces la respuesta lógica será: ¡si son suyos, que se queden con ellos, pero no busquen mi voto esperando que confíe en quien no lo hace en mí!; la confianza es mutua, no pidan que les acepten como elegidos, ni siquiera como elegibles, si ustedes no aceptan que los electores conozcan y participen de sus opiniones y debates en el grupo. Los electores quieren derechos de ciudadanía, de intervención, saber qué posturas mantiene cada elegible y por qué, muchos ciudadanos quieren participar en la construcción de opiniones y decisiones. Este es uno de los asuntos del por qué estamos aquí, tras el 15-M, y por qué surgió aquel grito de ¡NO NOS REPRESENTAN!

Aquellas condiciones de funcionamiento de grupos que existían en la clandestinidad, no son útiles hoy, amén de no ser aceptadas, como tampoco las costumbres posteriormente practicadas de construir fronteras insalvables entre los aparatos y militantes, o la militancia y los simpatizantes, la ciudadanía pretende una relación más participativa y decisoria, que ni siquiera queda reducida a unas primarias, se pretende una relación electores/elegibles con mayor democracia, no se conforma con votar y punto, se trata de tener capacidad de intervención de los representados sobre los representantes, ya no son entelequias de unos cuantos sujetos sino prácticas sociales de decenas de miles de personas que se mueven por muchos rincones y que los socialistas no están consiguiendo aglutinar.

No se trata solamente de sus errores en el diagnóstico de la crisis, también de los errores en la gestión y las políticas anti-crisis, se entiende que muchos de esos errores fueron cometidos como consecuencia del alejamiento de las élites o aparato socialista de sus bases sociales. Por eso es muy pobre la información posterior que da el PSOE sobre el reconocimiento de errores pasados, porque siguen sin enterarse de que la ciudadanía se siente marginada y no acepta que la marginen. Supuestos representantes, cargos electos y responsables diversos en todas las instancias de la vida pública, sin acompañamiento ciudadano, tienen demasiada facilidad para entrar y salir por las puertas giratorias de poder político y económico.

Escribe Juan José Millás, ‘No dimitir’: …Escribir como el que conduce un todoterreno por la selva. Atarse a la silla y no cejar, no renunciar, no entregarse al agotamiento provocado por la corrupción omnipresente; no renunciar a leer la letra pequeña de la podredumbre general, llámese Blesa, Rato, María Tardón, Ignacio González, Gürtel, Esperanza Aguirre; trátese de los cursos de formación no dados en Andalucía o en Madrid, del agotador caso de los ERE… Escribir y avanzar, mientras escribes, por las cloacas del Estado. No rendirse ante los sumarios de 1.000 folios, de 200 tomos, de 40 gigas de memoria. Preguntar por escrito cada día qué fue de los consejeros de Caja Madrid que representaban a UGT, a CC OO, al PSOE, a IU. Escribir como el que mea sobre la guarida del grillo, para que salga fuera y cante. Escribir para que nos expliquen qué hacían allí, cuánto cobraban, por cuánto los compraron, por qué cantidades se dejaron vender, que nos expliquen si han vuelto a sus organizaciones y cómo han sido recibidos en ellas…

Reconocer en un comentario de dos frases, que los ciudadanos echaron al PSOE, es insuficiente para entender y corregir, por evidente, dice lo que todo el mundo vio, pero no sugiere el por qué; varios miles de electores retiraron su confianza en el PSOE, pero, ¿por qué lo hicieron a qué se debió? ¿Quiénes se fueron, los de izquierda o los de centro? Yo creo que abandonaron votantes de todos los sectores, engordaron a PP, IU, UPyD, abstención, blanco y nulo. Es necesaria una aclaración desde su óptica, de por qué creen se perdieron tantos votos, porque sin un análisis convincente no queda claro que estén de acuerdo en lo ocurrido ni ellos mismos.

Ni siquiera parece entendible para los socialistas y si no lo entienden será imposible iniciar una senda de cambios para derrotar a la derecha. Eso es lo que podemos interpretar de las encuestas que vamos conociendo, a pesar de la abultada caída del PP, no se vislumbra una posibilidad en las izquierdas suficiente como para derrotarlo, el PSOE no remonta, y no lo hace entre otras razones porque sigue sin haber un discurso colectivo, de sus militantes y partido, suficientemente diferenciador de otras opciones y creíble para sus bases sociales. ¿Qué paso en las legislaturas de Zapatero, por qué no vieron la crisis, por qué actuaron de aquella manera, no había otras opciones? Y lo que es más importante, ¿alguien cree posible cambiar las actuales políticas anticrisis sin una gran coalición progresista? ¿En serio sueñan con crear una gran fuerza progresista, sin modificar los mecanismos de funcionamiento democrático, de participación, deliberación y decisión?

‘’A quien únicamente le ofrecen nuevos libros parecidos al que compró, no se le abren nuevas posibilidades. Y, claro, el que no conoce otras opiniones, ni réplicas a las suyas, en realidad no puede ni siquiera ponderar el valor de las propias. No se demanda lo que se ignora y se ignora aquello que está fuera del horizonte dibujado por mis elecciones anteriores, por mi trayectoria hasta aquí mismo. ’’  ¿Idiotas o ciudadanos? Félix Ovejero Lucas, Ediciones Montesinos.

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