viernes, 25 de octubre de 2013

Cataluña. Primicia sobre el trabajo

Cataluña y el camino hacia la secesión.

El trabajo sobre Cataluña y la secesión va viento en popa, les ofrezco como primicia una parte
de los capítulos de historia. No piensen que en una semana da tiempo a escribirlo, ya tenía bastante hecho, pero falta ordenarlo, engancharlo, escribir partes, continuar con la investigación, etc. el caso es que estas parte inicial sobre historia está casi lista.

Algún día les relataré la experiencia sobre como escribo un libro de estos.
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UN POCO DE HISTORIA PARA CONTEXTUALIZAR


 ‘’El pasado de largo recorrido ha servido, está sirviendo, para fabricar derechos históricos, reivindicadores de identidades primigenias que se contraponen a la memoria del Estado común. El monopolio de la historia larga, de la tradición, investida ahora de ropaje de modernidad, lo tienen los nacionalismos sin Estado. Los viejos mitos no inventados en la España franquista, pero sí difundidos y propalados en el marco del franquismo, desde la unidad nacional de los Reyes Católicos a la épica imperial pasando por la galería de héroes de aquel Gran Relato, han sido tan fustigados que hoy se esconden en la trastienda de las sacristías, mientras que en los altares autonómicos florecen, inasequibles al desaliento, los numerosos mitos que integran el imaginario épico y lírico de los nacionalismos al uso’’

Ricardo García Cárcel ‘La herencia del pasado. Las memorias históricas de España’. Galaxia Gutenberg.

El pasado no debe utilizarse como arma política

No se pretende hacer un estudio histórico, solo dar unas pinceladas que contextualicen el problema de la cuestión nacional y relativicen la importancia de la lucha política en torno a elementos identitarios, utilizados como arma para legitimar formas de relación actuales. Hemos pasado momentos históricos en ocasiones comunes y en otras divergentes, que nunca deberían tener el mismo rango para legitimar leyes fundamentales que los actuales pactos políticos formulados por los actuales pobladores en nuestro contexto político, social, cultural… pactos actuales que recogen la historia y sentimientos más recientes. Algunas precisiones sobre las historias de España, mejor en plural, porque hay tantas historias como posturas y territorios diferentes y sus relaciones.

La Península Ibérica existe en cuanto suelo desde hace millones de años y lleva poblada probablemente cientos de miles de años, -hace 500.000 los pitecantropienses, 200.000 los Neandertal, 40.000 Homo sapiens, según J. Vicens Vives-.

Los asentamientos y organizaciones colectivas que compusieron sus pueblos, inventaron bastante de las tradiciones e historias que conocemos para darse fuerzas y diferenciarse de los vecinos en muchos casos enemigos por el simple hecho de estar al lado. Está demostrado por multitud de historiadores, que mucho de lo estudiado por cada cual sobre historia, en muchas ocasiones se trata de leyendas inventadas para legitimar dinastías, pueblos e identidad, -todos los pueblos tienden a generar historias de bravura y libertad contrastadas- a veces son interpretaciones de hechos regios elegidos para mayor gloria real, en parte se trataría de posturas personales de los autores, cuyas tesis mantienen de inicio y con los estudios tratan de reafirmarlas, lo cual lleva a buscar solo en esa dirección y separar lo que abra otros caminos interpretativos. Tan falso puede ser el mito de Don Pelayo, como el catalán de Otger Cathaló, o el del Cid Campeador, que podría haberse configurado uniendo dos personas distintas; muchos pueblos tenían mitos similares de heroicidad en la lucha por la creación de identidad y resistencia al invasor.

Añadamos que bastantes hechos y relatos de los que se toman referencias por los historiadores, están contados cien o doscientos años después de que ocurrieran los acontecimientos, lo cual abre una ventana de incertidumbre muy grande sobre la veracidad de lo contado por un individuo que tendría su propia intencionalidad al resaltar aquellos hechos y perseguiría un objetivo beneficioso para sí y los suyos con la interpretación de los mismos. Basta que unos cuantos historiadores citen a dichos ‘cronistas’ para que tales hechos y su interpretación se den por buenos por corrientes enteras de estudiosos de la historia. Hasta que otras corrientes lo ponen en cuestión y fabrican otros relatos. De ahí la prevención que deberíamos tener para tomar decisiones políticas actuales basadas en gran parte en criterios referenciados en acontecimientos históricos.

Este aspecto de incertidumbre sobre el estudio de la historia es extensible a todos los historiadores y cronistas, que destacarán aquello que más se aproxime a lo que busquen. En el uso político del presente, en cada momento, la historia previamente seleccionada, se tomará como argumento para construir el relato adecuado a la finalidad ideológica. Esto es así en el terreno del españolismo y del catalanismo, no se puede pretender la inexistencia de España como nación antes del XIX, en cuanto que el tema de soberanía nacional y reconocimiento de una ciudadanía sean conceptos nacidos en la Ilustración, y al mismo tiempo pretender la existencia de Cataluña desde el año 1.000. Lo cual es un absurdo conceptual por utilizar distintos criterios.

Los estudios sobre pobladores en la Península pueden acercarse a tres mil años AC, -5.000 años a.C. Mesopotamia y Egipto- aumentando su importancia política para influir sobre el presente, a partir de los años setecientos, con las diferenciaciones entre aquellos pobladores que para simplificar, llamaríamos árabes y cristianos. Se hacen más relevantes para uso político desde las primeras identificaciones o citas de España y Cataluña y en las experiencias compartidas de los últimos 300 años, que es cuando consolidan la importancia de uso habitual en los relatos nacionalistas, los cuales toman como referencia y fecha significativa de identidad nacional el 11 de septiembre de 1714, caída de Barcelona, de ahí la insistencia en celebrar el referéndum sobre la independencia en este preciso año que viene que conmemora el 300 aniversario. Visto lo anterior, si un congreso a celebrar en 2014 tiene como objetivo encontrar las diferencias entre España y Cataluña, no lo duden, las verán en las conclusiones.

Antes del Siglo XIV en la Península. La formación de CatalunyaSabemos que en la Península existieron habitantes de procedencias distintas desde hace 3.000 años, -Si miramos Atapuerca desde muchos más- J. Vicens Vives en Aproximación a la Historia de España, mi edición es la 7ª de 1970, reseña la convivencia de pueblos y nombra a: indoeuropeos, argáricos, fenicios, -tartesios-, helenos, iberos, celtas, celtíberos, cartagineses; y romanos que durante cientos de años compartieron con pueblos germanos; francos, suevos, alanos, visigodos. Y naturalmente, árabes –con sirios y bereberes- y godos; musulmanes y cristianos, y sus mezclas mozárabes, convivieron cientos de años en diversidad de territorios y convivencias.


Cataluña se configura como núcleo poblacional con cierta entidad, entre la presión carolingia por el norte y la musulmana por el sur, como otros núcleos en el entorno pirenaico, cuya orografía dotaba de frontera y protección natural. En el caso de Cataluña con mayor influencia romanista que el resto dado la potente base romana de Tarragona que le aproxima a la historia colectiva española. En el 752, los primitivos catalanes se designaron como gothi  mientras que para los franceses eran hispani, los condes godos rehusaron obediencia al wadi musulmán y se entregaron al rey carolingio de los francos,  Pipino el Breve. En el 785 los carolingios conquistaron Gerona y en 801 Barcelona. Tendencia generalizada en toda Hispania es vincularse a los godos, probablemente como elemento diferenciador de la época, cristianismo-islam.

A partir del S-IX los franceses introducen el término de Marca Hispánica, o Marca Gótica, como frontera geográfica entre la Galia y al-Ándalus. Las unidades administrativas en ese territorio fueron los condados. A finales del S-IX, Wifredo el Velloso, conde de Barcelona une bajo su autoridad los condados catalanes y crea la dinastía condal. En el 985 Almanzor saquea e incendia Barcelona, sin que los francos pudieran garantizar su protección e independencia, recuperada por Borrell II sin apoyo francés, dotará de cierta autonomía a Catalunya, para qué rendir vasallaje a monarcas que no protegen, -será útil en el mito de la autoliberación catalana, contrapuesto a otro mito de vínculos de sangre carolingia, ambos son usados-,  en 1010 montan una expedición contra Córdoba en la que se unieron varios condes y obispos catalanes, -poder político y religioso conformaban el poder en la Edad Media- dicha acción puede considerarse el primer acto de afirmación colectiva de Cataluña autónoma respecto al poder carolingio.

Las crónicas catalanas más tempranas son la Gesta Comitum Barcinonensium et Regum Aragonia, redactadas en el monasterio de Ripoll en diversas fases entre el XII y XIV. Es característico de estos relatos prescindir de la Hispania prerromana y romana e incluso dejar en segundo plano la visigoda…La inicial liberación de las tierras catalanas… había corrido a cargo de Carlomagno. La propia dinastía de los condes de Barcelona, en vez de intentar emparentar con el linaje godo, hacía descender su sangre de la imperial de los carolingios. ‘Historia de la nación y del nacionalismo español. VVAA. Galaxia Gutenberg

Lo que se conoce del Medievo es su inestabilidad, entorno indefinido donde se mueven colaboración y lucha, entre árabes y godos, o cristianos y entre unos y otros dentro de cada grupo que no puede considerarse colectivo compacto. Alianzas cambiantes y cruzadas, provocan cambios en reglas de convivencia, normas, cultura, religión,… lo cual facilitará en el futuro que cada historiador pueda tomar referencias diversas y hechos supuestamente ciertos que defiendan una u otra postura adecuados para desarrollar su particular teoría. Y si no, se inventan para justificar legitimidades a la carta, glorias, e historias.

                                Lenguas y dialectos en la Península Ibérica hacia el año 950

El nombre de Cataluña aparece a finales del S-XI, en 1114 los pisanos denominaron a Ramón Berenguer III Dux Catalanensis, Rector Catalanicus o Catalanicus Heros, y al país Catalonia. La palabra Castilla –inicialmente era un terreno entre Burgos y Álava- aparece por primera vez escrita por el monje Vitulo en el 800. En el S-IX aparece en una crónica literaria, la Crónica Albeldense. Los primeros textos literarios en catalán datan del S-XII y el romance castellano más arcaico, Glosas Emilianenses data del S-X, escrito en castellano, latín y euskera, ilustraba los sermones de San Agustín.


En 1137 pactarán matrimonio Ramón Berenguer IV de Catalunya, con Petronila, hija de Ramiro II de Aragón, punto de partida de la futura Corona de Aragón. Conquistan Lérida y Tortosa en 1153 y termina la presencia musulmana en Cataluña, apareciendo entonces el mito de la cuatribarrada. El siguiente mito es Jaime I, nacido en Francia en 1208 y artífice de bodas y casamientos varios para urdir alianzas –en todos los reinos y territorios, el pueblo estaba al margen- Conquistan Baleares en 1229 y Sicilia en 1282 por el rey de Aragón. En 1412, en el Compromiso de Caspe, los reinos de Aragón y Valencia y principado de Cataluña, discuten la sucesión de la Corona aragonesa y vinculan la dinastía Trastámara, castellana, con la Corona de Aragón, al entronizar a Fernando I. Aquí Cataluña se integra en el marco global español.

Cataluña se incorpora tarde a la Reconquista en contraste con Castilla, pero la europeización no es un fenómeno catalán. Ahí está el Camino de Santiago como fuente de relaciones europeas para Castilla. La vocación marítima de Cataluña, con su extraordinaria proyección mediterránea, no puede hacernos olvidar la proyección marítima de Castilla, que en 1262 llega ya al Atlántico con la reconquista de Cádiz.


Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’, Galaxia Gutenberg.


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