miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los méritos de muchos políticos

¿Díganme ustedes, cuales son los meritos del Sr. Pérez para ser Alcalde de Alcorcón?, ¿acaso era mejor que el resto de sus compañeros?, ¿lo nombraron los militantes del PP en Alcorcón en competencia con otros? Alguien conoce algún mérito o con mayor peso que haber sido fiel a su jefa, la señora Aguirre.

Recientemente ha sido nombrado jefe o presidente de la Federación Madrileña de Municipios, elegido por ‘todos’, pero nuevamente puesto allí por la Sra. presidenta.

Haber sido fiel, tiende a traducirse en términos populares, de pueblo, como ser pelota, no llevar la contraria a la jefa, mimetizar sus maneras estilo y gestos, arrimarse a sus gustos y a sus fieles, decir cosas que al jefe le gustarían escuchar, etc. etc. y lo más importante; no llevar la contraria, no enfrentarse al jefe, nunca discutirle públicamente, e incluso ir un paso por delante en su concepción del trabajo duro con la oposición, ser ‘azote, acoso y derribo’ de sus enemigos (siempre considerados más allá de adversarios). Esto último es importante, porque deja a la jefa en un lugar de mayor limpieza y comodidad, de menor desgaste.

En fin, no piensen ustedes que tengo en especial inquina a nuestro Alcalde, estos méritos son los mismos que la prensa de derecha celebraba en los ministros y las ministras socialistas, (por ejemplo, en la Sra. Pajín).

Y qué podemos contar de la reciente alcaldesa de Madrid, Sra. Botella. Sus méritos más sobresalientes proceden del poder familiar, que fue allanando caminos. Nombramiento de alcaldesa totalmente legal, no tanto legítimo, puesto que los madrileños que votaron al PP, sus propios electores nunca la votaron para tal cargo. Atrás quedaron tantas declaraciones del Sr. Gallardón sobre su permanencia en el cargo de alcalde en la campaña electoral hace 6 meses. (O en Móstoles)

Desde luego son méritos similares a los que tienen nuestros príncipes gestores de grandes empresas españolas, sean éstas Telefónica, BBVA, Endesa o muchos etc. Resulta irónico llamar empresarios a estas personas, cuando no tienen experiencia de tales, nunca han emprendido ni creado empresas, simplemente son gestores de grandes compañías creadas desde antaño que les han sido puestas en sus manos por su afinidad personal al presidente de gobierno o ministro de turno que empujó para ponerlos en el sillón.

Así son nuestros políticos y así son nuestros empresarios. Ni les cuento en las Universidades, los catedráticos, o en los medios de prensa los directores o en las teles, sean públicas autonómicas o privadas TDT, cuyas concesiones son graciosas del gobernante que paga facturas, o las pasa.

¿Los mejores? ¡Ja! Y encima lo peor de todo es tener que aguantar tanta mentira y desfachatez en discursos moralistas en los que hablan de exigir esfuerzo y elegir a los mejores, cuando la mayoría del pueblo sabe que son elegidos por: estar cerca de jefes, limpiar sus basurillas, por ser amiguitos del alma o ser compañeros de pupitre, ser familiares, socios…

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