lunes, 28 de marzo de 2011

Escribo a veces sobre la Comunidad madrileña

Publico cuestiones de la Comunidad porque tenemos elecciones, tanto municipales como autonómicas, en ambos terrenos nos afectan directamente a nuestras vidas. Bueno y parece que no soy el único, porque desde la llegada del candidato del PP, Sr. Pérez han aumentado las noticias sobre el tema.

Hablo de la Comunidad, porque en los foros locales se da poca cancha al asunto y hay muchos aspectos que son determinantes para nosotros, tanto o más que los locales, puesto que sanidad, educación, comunicaciones, medio ambiente y un largo etc. son de responsabilidad de la Comunidad, o bien totalmente o parcialmente.

Me salgo un poco de la contaminación local, porque demasiado a menudo requiere mucha paciencia para no entrar al trapo al mismo nivel de insulto, crispación, e interpretación de acciones u opiniones de unos y otros. Todos comentamos, pero la verdad algunos no dejan títere con cabeza sacando punta a todo y otros nos callamos algunas opiniones, para no molestar demasiado sacando los colores por tanto error, tanta metedura de pata y tanta barbaridad como leemos.

Les juro que muchos escritos y proclamas se parecen bastante a los que yo leía hace más de 50 años, publicados antes, y creo que sus autores ni siquiera lo saben. Están repitiendo cosas muy viejas. Es uno de los problemas que tiene internet, la red, permite que todo el mundo publique lo que quiera y es realmente difícil cribarlo y seleccionarlo. Así en la red pueden aparecer opiniones de individuos como si fueran importantes descubrimientos y lo que es peor no vemos las de; especialistas constitucionales, teóricos del derecho político, profesores, catedráticos, intelectuales expertos que han estudiado a fondo los temas sociales y encontrado las mejores salidas que recogen nuestra Constitución y leyes electorales y de todo tipo.

Por supuesto las mejores soluciones nunca van a satisfacer a todo el mundo, esto no es posible olvidarlo, nunca las leyes, las soluciones, las acciones políticas o sociales benefician por igual a todos. Es imposible. Pero resulta incomodo vivir sin aceptar esta premisa.

Los otros también existen y tienen sus razones y los votos las expresan y las mayorías deben ser respetadas y aquí en Alcorcón ha faltado mucho respeto por parte de muchos a las mayorías de personas que han votado algo que a otros no les gustaba.

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