sábado, 12 de diciembre de 2009

La falta de crédito. General y particular. 3

Acumularon excesivos créditos, medio BILLON € (500.000.000.000), las empresas del sector inmobiliario español y los particulares, como nunca antes hicieron en la historia. Una gran parte de recursos del sistema fue desviada a un sector productivo desatendiendo otros. Concedidos por la banca y las cajas, no por el gobierno.

No conocemos ningún ejecutivo bancario que haya sido penalizado y la banca española en los últimos 10 años aumentó desproporcionadamente el número de oficinas y empezó a conceder créditos hipotecarios del 100% y superiores, del valor de tasación de la vivienda, que a su vez se inflaban por la carrera especulativa. Durante toda mi vida, el máximo de préstamo hipotecario que se concedía era del 70% del valor de garantía, con un endeudamiento máximo del 30% del flujo de renta. Esto fue sobrepasado en mucho en EEUU y en parte en España.

Siempre nos olvidamos de lo evidente, fueron los particulares, las empresas constructoras e inmobiliarias y los banqueros los que aumentaron vertiginosamente los créditos. Muchos empresarios que hoy gritan contra el gobierno fueron directamente responsables por alimentar la carrera especulativa. El dinero que se prestó no estaba en España, no había tanto ahorrado, por lo que la banca española pidió créditos en el extranjero. Era dinero de ciudadanos de otros países, con lo que se estaba construyendo, y soportando el espejismo inmobiliario.

Cuando el sistema financiero explota en EEUU, las constructoras e inmobiliarias españolas, ven rota su estrategia de abandono lento del sector inmobiliario, que ya estaban practicando. Habían empezado a diversificar inversiones tomando posiciones en otros sectores y en otros países. Siempre a crédito y muy soportado en las garantías de solares y cientos de miles de viviendas no vendidas que aumentaban cada día más, hasta llegar a pasar del millón y cuarto hoy. Tengamos en cuanta que hace dos años, varias decenas de miles de viviendas se consideraban vendidas cuando solo estaban señalizadas por los especuladores a corto. Así lo que empezó siendo una crisis en el sector financiero se trasladó a la economía productiva o real.

La banca española parece que tenía pocos ‘papelitos sucios de EEUU’, las famosas hipotecas basura, que recordemos estaban avaladas como excelente y buen producto financiero por las agencias de calificación de riesgos. Por ejemplo la misma agencia S&P que ahora llama sobre el peligro de la deuda española, es una de las que calificó sobremanera esos productos basura. Pero, quien controla a los controladores? Minorías que pueden hacer caer la mitad del planeta, sigue siendo un problema sin resolver.

Pero la banca española tiene otro problema, el dinero tomado en préstamo y derrochado en el negocio inmobiliario, ahora hay que devolverlo y no lo tenemos. Además algunas entidades financieras, mas Cajas que Bancos, concentraron demasiados huevos en la misma cesta y cuando el sector se ha derrumbado los escombros han pillado a algunas, que desaparecerán fusionadas en otras. Esa es la causa de que no haya crédito en España que afectará todavía durante un tiempo a todos, particulares, empresas y Ayuntamientos.

La tormenta continuará varios años y será compatible con señales positivas de salida de la crisis, ambas cosas pueden convivir un lustro, un pequeño crecimiento del PIB con mucho paro, porque el crecimiento será insuficiente para generar empleo que pueda absorber cifras tan altas de paro. Y todavía faltan, pero se los espera, los invitados inflación, tasas de interés altas y precios de energía elevados.

Por supuesto la realidad es muy compleja. Nuestro anticuado modelo de crecimiento ya no será posible, pero cualquier salida hacia el futuro será apoyada en sectores intensivos en conocimiento en VA, menos generadores de empleo masivo. La lucha entre el corto y largo plazo será enorme en todas las instancias del país.

Es en esta situación que me parece poco adecuado responsabilizar a un mandatario de lo que sucede o de las posibles salidas. El terremoto en el que estamos instalados hubiera sucedido con unos o con otros, de hecho ha sido así, en unos países con gobiernos de un signo y en otros de signo contrario, ningún individuo puede parar un terremoto y las salidas no dependerán de un gobernante u otro.

Por supuesto nadie garantiza cual será la posición de salida de ningún país del mundo, no creo que podamos ver dentro de 5 años la misma posición relativa que vemos hoy de muchos países. Unos caerán y otros subirán, para empezar parece poco descabellado aceptar una caída de España, como una gran devaluación de riqueza entre un 15 y 30 %.

Esta es y será la realidad de las dificultades en Alcorcón que no dependerán del alcalde de turno. Ojalá, fuera tan sencillo como quitar a uno y poner a otro. Lo cual no quiere decir que no se pueda hacer nada, por ejemplo frenar proyectos y consolidar solo lo más desarrollado, reducir expansión y gastos, no confiar en financiación alguna.

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